OPINIÓN: La gota que desbordó la copa

Por Bienvenido Ramos, Columnista

La gran mayoría del pueblo, indistintamente del partido, estamos satisfechos con la jornada de los últimos 15 días. La continua protesta, hasta lograr la renuncia del señor Ricardo Rosselló como gobernador, tiene que poner en alerta a la clase política del país. Ya no hay, o no debe haber marcha atrás.

El líder que nos falle tendrá su merecido. Sin violencia, sin heridos, sin muertes y con firmeza, este pueblo está decidido a expulsar al que le sirva a sus propios intereses en vez de a los intereses de este noble pueblo. Está en boca de todos, el método pacífico usado por nuestro pueblo y su resultado: la expulsión del Sr. Rosselló de su puesto.

Pero casi nadie comenta sobre la gota que desbordó la copa. Ese lunes en la mañana el Lcdo. y CPA Raúl Maldonado Gautier, hombre de extrema confianza del gobernador, le narra a un periodista de una cadena radial en San Juan sobre la supuesta mafia en el Departamento de Hacienda. Allí, no solo denunció los actos corruptos, sino que se lamento de que eran de su propia administración.

Ya a las dos de la tarde de ese mismo día, el gobernador Rosselló, no tan solo destituyó al secretario, sino que firmó su propia sentencia de muerte política y como gobernador. Inmediatamente después del despido del Secretario de Hacienda salieron a relucir las declaraciones en las redes sociales del hijo “talentoso” del secretario, el también abogado y contador público autorizado Raúl (Rauli) Maldonado Nieves.   

Ese, a mi juicio, fue el principio del fin de la era Rosselló y la gota que desbordo la copa.  Rauli, que ya había sido denunciado públicamente por tener contratos en Hacienda y otras agencias mientras su papá se convertía en el super-secretario del gobernador, comenzó a dar atisbos del huracán que se acercaba aceleradamente y que acabaría con la carrera política del gobernador al comentar parte del vocabulario soez utilizado en el famoso chat de Telegram. 

¿Y cuáles eran los famosos “talentos” de Rauli?  Por lo que se informó en la prensa sus contratos eran como “experto en tecnología e informática”. O sea, Rauli intervenía con los equipos electrónicos en las agencias donde tenía contrato.

La divulgación a cuenta gotas y luego las 889 páginas de esas conversaciones han destruido la reputación moral de todos los participantes del chat. Se han identificado posibles delitos estatales y federales, tanto graves como menos graves. ¿Qué hubiera pasado si el gobernador no despide al secretario? Nadie sabe. Quizás todavía estarían insultando a medio mundo en ese u otro chat, incluyendo a sus propios seguidores.

Todos los insultos, ignominias e injurias en ese conversatorio sumado a la manera despiadada como trataban a los que no comulgaban con ese grupito de rufianes nos trajeron hasta aquí. Parece que no les bastó la torpeza de sus actos en la respuesta a la tragedia creada por los huracanes Irma y María. Y para sumar a la incompetencia de Rosselló como gobernante acusan de corrupción a la ex secretaria de Educación y la Directora de ASES y unos cuantos amigotes del gobernador y faltan más.

¿Y ahora qué?

No podemos bajar la guardia. La corrupción rampante en esta administración supera a cualquier otra en toda nuestra historia. El pueblo está alerta. Cualquier ciudadano que esté pensando en candidaturas para el 2020 o el futuro, del partido que sea, tiene que repasar cuidadosamente la historia de estas pasadas tres semanas. El partido en que yo milito, el PPD, tiene que asegurarse de que los aspirantes a candidatos sean honorables. No basta con ser buena gente.

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