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Por Rafael Santiago Medina
San Juan, PR / 6 de julio de 2022 – Durante 2022 ha habido, a poco más de la mitad del año, un total de 308 tiroteos masivos en Estados Unidos. Los más recientes, el de un joven de 18 años que asesinó en un supermercado de Buffalo, Nueva York, a 18 personas (uno por cada año de su edad), el de otro joven de 18 años asesinó a mansalva a 19 niños y dos maestras en una escuela en Uvalde, Texas.
La última masacre, de siete personas en Illinois, fue durante un desfile del 4 de Julio, Día de la Independencia.
En Estados Unidos se define un tiroteo masivo como aquel en el que quedan heridas o muertas cuatro o más personas, sin incluir al atacante. La cantidad de tiroteos masivos y víctimas no es exacta y está sujeta a cambios a medida que se actualizan y verifican los informes de las fuerzas del orden, los medios y otras fuentes.
El hombre que abrió fuego contra un desfile del Día de la Independencia cerca de Chicago usó un rifle para disparar más de 70 balas, provocando la muerte de al menos siete personas, y pudo evadir inicialmente a la Policía al vestirse de mujer y hacerse pasar por uno de los participantes en los festejos que huían. Además de las siete personas asesinadas, más de 30 resultaron heridas en el ataque.
Como los autores de los demás tiroteos masivos en Estados Unidos, el gatillero del pasado 4 de julio en Illinois utilizó un rifle de alto poder. En este caso uno similar a un AR-15 para disparar balas desde lo alto de un edificio comercial contra una multitud reunida para ver el desfile en Highland Park, una comunidad a orillas del lago Michigan.
Los defensores del derecho constitucional estadounidense de portar armas, incluyendo armas de fuego de este tipo, arguyen que los rifles, metralletas, pistolas y revólveres no son las que matan, sino las personas que toman la decisión de utilizarlas para asesinar a otros seres humanos.
El Tribunal Supremo federal reiteró que la Segunda Enmienda de la Constitución de Estados Unidos garantiza el derecho a portar armas en público. La decisión revoca una ley de Nueva York vigente desde 1913, que exige que las personas demuestren una necesidad que le conceda el privilegio de portar un arma públicamente.
A primera vista, el argumento de que no son las armas el problema, sino las personas que las utilizan para cometer asesinatos, y se utilizan cuchillos, así como otros objetos punzantes y contundentes para asesinar, parece tener cierta lógica elemental que se disipa con un razonamiento más comprensivo, profundo y cabal del problema.
Empero, el arma más efectiva para los asesinatos y masacres en Estados Unidos son los rifles, metralletas, pistolas y revólveres, por lo que un análisis más profundo y cabal de esta argumentación conduce al razonamiento concluyente de que ponerlo fácilmente en manos de una población considerablemente alta y con crecimiento exponencial con desquiciamiento psicológico o problemas mentales sociopáticos no es prudente en la actualidad.
El sospechoso de ser el autor del tiroteo del 4 de julio reciente adquirió las armas y el potente rifle a pesar de sus amenazas de violencia
Hay que encontrar las razones de por qué ese derecho constitucional de portar libremente armas en público ha degenerado en crímenes y tiroteos masivos tan frecuentes en la nación estadounidense, pese al razonamiento democrático que lo originó en el pasado.
Lo que fue lógico ayer no es igualmente lógico en el presente. La lógica argumentativa de un razonamiento está siempre suscrita a las circunstancias y al marco histórico del momento en el que se arguye.
