Reconocimiento al Trabajo Agrícola

Por Dra. Samara Lugo Rullán /Psicóloga Industrial Organizacional

 

La gran mayoría de las personas le gusta el aroma de una rica taza de café.   El sabor de un jugo de china recién exprimido y el sazón del sofrito con vegetales frescos.  Pero no se preguntan como llega ese producto a su mesa.  ¿Quién lo cultiva y quien lo elabora antes que llegue a tus manos?   Es muy  fácil ir al supermercado, escoger aquellos productos que más nos gustan, si están disponibles y podemos comprarlos.  Sin embargo si le preguntas a un niño que creció fuera del campo,  de donde provienen  alguno de esos productos,  te dirá que del  supermercado.  Es aquí donde debemos hacer una reflexión, apreciar la labor y el sacrificio de aquellos que trabajan en la agricultura diariamente.  Haciendo posible que disfrutes de ese cafecito y otras delicias.  De igual forma hay que  educar a esos  niños, que aprendan  que antes que el producto llegue al supermercado alguien sembró una semilla, la vio crecer, cuido de ella y cosecho su fruto. Cuido del ganado,  de la granja que produce leche, huevos y carne para tu cena. Hay que sembrarle esa semilla para que deseen cultivar. 

Claro, no es tan fácil como parece, levantarse todos los días a las 4  o 5 de la mañana para comenzar la faena, todo el día bajo el sol tropical que azota las montañas de nuestra isla.  Requiere de un gran esfuerzo físico y muchas ganas de trabajar. Tenemos que educar a nuestro pueblo y hacer entender la importancia de sembrar.  De poder tener una agricultura sustentable. Pero sobre todo,  debemos cambiar nuestra percepción de quien trabaja la tierra.   Es un trabajo digno, honorable y necesario para la sobrevivencia. Sobre todo aquel que es empleado agrícola y hace un gran esfuerzo por un poco precio, factor que hay que cambiar. 

No importa si eres agricultor, empleado agrícola, agrónomo o cualquier otra rama de la agricultura. Juntos hacen florecer la tierra y cultivar sus frutos.  Es un trabajo que conecta con la naturaleza y tienen un gran propósito, alimentar.   Fomentemos que nuevos jóvenes entren a este campo. Que más mujeres se interesen por formar parte del desarrollo agrícola. Logremos incrementar la economía  a través de la agricultura. Que llegue la mano de obra para cultivar y  recolectar los frutos.  Que no se pierda un grano de café.  Que sientan orgullo de ser parte del crecimiento agrícola de nuestro país. 

Comienza por aprender hacer una hortaliza en tu casa.  Entenderás lo difícil que es mantener tu planta sana, cuidarla a diario pero sentirás satisfacción de cosechar su fruto.   De igual forma podrás reconocer la gran labor de aquel que trabaja  a diario cultivando la tierra a grandes escalas, para alimentar a otros. Valoraras lo maravilloso que es nuestros recursos naturales y más si los trabajamos. 

Debemos entender que somos una isla y dependemos de otros países para suplir gran parte de nuestros alimentos. Por lo tanto tenemos una necesidad de aumentar nuestra producción agrícola. Seamos parte de ese crecimiento. Como muy bien dicen los agricultores, sin agricultura no hay alimentación. Aprendamos a sembrar y reconozcamos a quien lo hace para brindarnos alimento!

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