Por Agustín Muñoz/El Sol de PR
Guayanilla, PR – Pese a la carencia de un templo para llevar a cabo sus tareas pastorales, la feligresía católica de Guayanilla no ha dejado de responder a sus obligaciones como creyentes y las misiones propias de la Cuaresma siguen su curso, según se ha observado.
“Sí, gracias a Dios y cada vez con mayor participación. En la medida en que la gente va superando el miedito a la pandemia va incrementándose la participación de la gente en las actividades en la comunidad. Se está sacando adelante el plan pastoral”, dijo el Padre Melvin Díaz Aponte, párroco.
Como es sabido, la iglesia parroquial “La Inmaculada Concepción” sufrió severos daños por los terremotos del 2020 y su reconstrucción depende ahora de las determinaciones de las autoridades competentes. A raíz del golpe, se habilitaron carpas al extremo izquierdo del templo en donde celebran la Misa y otros eventos religiosos. Asimismo, se realizan actividades similares y predicaciones en las comunidades rurales y en otros sectores urbanos de la municipalidad.
“Nuestra Parroquia Inmaculada Concepción y Colegio Parroquial aún siguen en pie más allá de una estructura física y damos gracias por eso. Nos levantaremos con la ayuda de Dios y bajo la Mirada de la Inmaculada”, escribió el Padre Melvin en la fecha de aniversario del sismo que derrumbó el edificio parroquial en enero del 2020.
Datos históricos sostienen que el edificio religioso fue construido en el 1840 y bendecido el 12 de junio de 1841. La estructura también fue afectada durante el sismo del 1918.
Luego de la Cuaresma, el sacerdote párroco de Guayanilla espera someter a la feligresía un informe pormenorizado de las gestiones y logros alcanzados de cara a la construcción de las “obras de emergencia” en el antiguo templo. Es un informe a los guayanillenses de los pasos que se están dando para que “la comunidad sepa el proceso que hemos seguido y disipar cualquier duda”. Negó que la restauración se haya paralizado.
En tanto, continuan las reuniones de seguimiento con la Agencia Federal para el Manejo de Desastres (FEMA en inglés), la Oficina de Preservación Histórica del Instituto de Cultura Puertorriqueña (ICP) y la Diócesis de Ponce, que delegó su representación a una empresa consultora privada. Trascendió que dos compañias proponentes están siendo evaluadas para realizar las obras de emergencia dentro de la edificación. Esas obras, ya aprobadas por el ICP, serán el apuntalamiento de las arcadas (arcos) y columnas interiores, la parte central de la fachada, además de la demolición de las áreas inservibles dentro del templo. Además, reforzará la cúpula antes de su reparación total.
Aún se desconoce el costo total de la reconstrucción de la iglesia, aunque ya FEMA inspeccionó el lugar y preparó la descripción de la evaluación de los daños. Esa agencia se encamina a definir los costos de la reparación de la estructura y luego proyectar el estimado de la obra permanente, se supo.
Se dijo que las obras de emergencia serán la base para el proyecto final de restauración de la iglesia parroquial. El proyecto deberá contener elementos modernos combinados con lo antiguo y que sea funcional.
