Sacerdote ponceño asegura se recupera la Navidad
Por: Agustín Muñoz/ Periódico El Sol de Puerto Rico
En algunos sectores de creyentes surge la duda respecto de si Jesús, el Mesías, realmente nació el 25 de diciembre. Duda o no, la conmemoración del día del nacimiento del Redentor se celebra por todo lo alto en casi todas las partes del mundo.
Rebuscando la historia, los cristianos de la primitiva generación, aquellos que escucharon directamente la oratoria de los apóstoles, conocían bien y profundizaban con regularidad la vida de Jesús, principalmente su pasión, muerte y resurrección.
Para esas primeras generaciones de cristianos, la festividad por excelencia era la Pascua, la evocación de la Resurrección del Señor. Sabían bien cuándo fue la crucifixión de Jesús y su resurrección. Empero, seguramente desconocían el momento de su nacimiento, pues no era costumbre celebrar aniversarios y no se había determinado un festejo para recordar el cumpleaños de Jesús.
Respecto de su infancia, aquellos primeros seguidores de Jesús sólo conocían pormenores que tal vez narrara el propio Jesús o su madre María, aunque los marianos aseguran que la mayor parte de ellos la Madre de Jesús “los conservaba en su corazón”.
Diversos escritos coinciden que cuando se escribieron los evangelios sólo se dejó constancia en ellos de lo más significativo acerca del nacimiento de Jesús. Por ejemplo, desde enfoques diferentes, San Mateo y San Lucas sostienen lo mismo, es decir, que Jesús nació en Belén de Judá, de una joven llamada María, desposada con un hombre de nombre José, “pero sin que ella hubiese conocido varón”.
En el caso de Mateo, este acentúa que Jesús “es el Mesías descendiente de David”, el Salvador en el que se han cumplido las promesas de Dios al antiguo pueblo de Israel. En tanto, San Lucas subraya que el Niño que nace en Belén es el salvador prometido que ha venido al mundo para redimir a los hombres.
Se conoce que a partir del siglo II la inquietud por conocer más sobre el nacimiento de Jesús y cómo fue su infancia hizo que algunos devotos no muy informados inventaran historias fantásticas e imaginativas.
El 25 de diciembre
Escritores sobre el tema afirman que hasta el siglo III no había referencias sobre el día del nacimiento de Jesús. Literatos eclesiásticos señalan diversas fechas.
El historiador y apologista helenista de influencia cristiano-africana, Sexto Julio Africano, considerado el «padre» de la cronología cristiana, fue el primero en demostrar indirectamente que la natividad de Cristo fue el 25 de diciembre. Eso fue en el año 221. Se recoge que la primera referencia directa de su celebración es la del calendario litúrgico filocaliano del año 354. Los entendidos aseveran que tratándose de un calendario litúrgico parece innegable que la referencia no sea una simple muestra histórica sino el dato de una fiesta en cuanto se considera que las demás conmemoraciones tienen como punto de partida la del 25 de diciembre. Luego del siglo IV, los testimonios de este día como fecha del nacimiento de Cristo son comunes en la tradición occidental, mientras que en la tradición oriental prevalece la fecha del 6 de enero o “Epifanía”.
Se alega que los cristianos escogieron el 25 de diciembre para la celebración de la natividad de Jesús ya que, a partir del año 274, ese día se celebraba en Roma el “dies natalis Solis invicti”, el día del nacimiento del Sol invicto, o sea, el triunfo de la luz sobre la noche más larga del año.
El sacerdote católico Roberto García Blay, párroco de San Ramón Nonato de Juana Díaz, coincide en explicar la dependencia de la fecha del nacimiento de Jesús con la fecha de su encarnación, que al mismo tiempo concernía con la fecha de su muerte.
Un tratado anónimo sobre solsticios y equinoccios testifica que “nuestro Señor fue concebido el 8 de las kalendas de Abril en el mes de marzo (25 de marzo), que es el día de la pasión del Señor y de su concepción, pues fue concebido el mismo día que murió” (B. Botte, Les Origenes de la Noël et de l’Epiphanie, Louvain 1932, l. 230-33), dato compartido por Francisco Varo, quien es profesor de Sagrada Escritura de la Universidad de Navarra, España.
“Siempre supone lo divino en lo humano; la encarnación, la Navidad, la Pascua”, comentó García Blay.
No hay duda de que los antepasados cristianos relacionaran la redención obrada por Cristo con su concepción y que ésta comprobara la fecha de su llegada. La fiesta de la Navidad se convierte en una casi universal a partir del siglo V y supuestamente trae consigo el Adviento o el tiempo de preparación espiritual para la celebración del nacimiento de Cristo.
Para García Blay, contrario a la opinión de otros, el tiempo de Navidad no está en picada, sino que está “en evolución”. “Pienso que gracias al Adviento o a la iniciativa de tratar de recuperar el Adviento contra viento y marea, en las comunidades cristianas católicas o parroquiales, la Navidad ha recuperado. Otra cosa es la navidad capitalista consumerista, comercial, turística y de recesos”, dijo el sacerdote ponceño.
