Edad Dorada y los Accesos a Servicios de Salud

Por: Atsumi Rodríguez Harrison BBA-IS, MHSA
Técnico de Sistemas de Información y Tecnología

La expectativa de vida en Puerto Rico en hombres es de 75.8 años y en mujeres es de 83.1 con un promedio de vida de 79.4 años según las Bases de Datos Internacionales del Censo de Estados Unidos para el 2016.  Esta expectativa es calculada a base de los patrones de mortalidad vigente al momento de nacer en un país.  Esta expectativa puede variar si los patrones a lo largo de la vida cambian.  Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las personas en todas las partes del mundo están viviendo más tiempo.  Sin embargo, existen factores como la carencia de servicios médicos o la falta de planes médicos por mencionar algunos, y esto hace que la expectativa de vida de una sociedad sea alta o baja.  Considerando esta expectativa de vida es importante velar por el acceso y servicios médico dirigido a la población que entra a la edad de 60 años “la edad dorada”, teniendo en cuenta que es en esa edad donde comienza la vejez.  Entonces, ¿Cómo la salud pública contribuye a la creación y protección de servicios médicos a la población de 60 años o más?

La salud pública se define como la disciplina al estudio de la salud y las enfermedades de la población.  Su meta es proteger la salud, promover estilos de vida saludables y mejorar el bienestar de la población a través de diversos programas.  Uno de estos programas es la protección de la salud.  Pero, existen problemas de salud de individuos y de población, específicamente en el cuidado de la población de edad avanzada.  Ahora bien, ¿Qué se está haciendo para ofrecer un acceso y/o servicio de salud digno para los envejecientes?  Es importante trabajar para esta población ofreciéndoles servicios médicos básicos y necesarios como meta salubrista.

Según las guías del Centro para el Control y la Prevención de enfermedades (CDC), una de las actividades esenciales para mantener una comunidad saludable es el proveer un ambiente seguro y saludable.  Mientras que las funciones esenciales de la salud pública se encaminan a proteger y mejorar la salud de la población.  Existen muchos envejecientes con carencias en servicios médicos y/o de salud, ya sea por problemas económicos, falta de plan médico o problemas en sus cubiertas, transportación a citas, asistencias en sus cuidados, entre otros.  En Puerto Rico existe la oficina del procurador de las personas de edad avanzada.  Esta agencia recibe fondos federales con el fin de brindar servicios a personas de 60 años o más con necesidad económica y/o social.  Entonces, ¿estará esta agencia haciendo su trabajo de manera eficiente?

Es evidente que existe interés por la protección de salud de nuestra población de edad avanzada y por mantener una comunidad saludable.  Pero ¿Qué alternativas se están trabajando con referencia a la necesidad del acceso médico y cuidados de salud especializados? Es momento de identificar los problemas con los envejecientes y realizar una vigilancia de salud pública para el desarrollo de programas específicos para esta población.  Se debe promover la protección de los envejecientes y de esta manera organizar en la comunidad una participación que favorezca la vida saludable.  Es decir, preservar la salud y la vida de nuestros viejos como derecho humano.  Un acceso equitativo en servicios de salud en la población en general haría de esto una gran diferencia para así llegar a cada ciudadano y mucho más a la población de 60 años o más.  Una colaboración con agencias de gobierno y agencias privadas bien comprometida con la salud y el bienestar de la edad dorada, serian buenas alianzas para garantizar la calidad de los servicios ya sea individual o colectiva. De esta manera los patrones de vida cambiarían con referencia al cuidado de la salud.

Fuente: Perfil demográfico de la población de edad avanzada en Puerto Rico y el mundo 2017.

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