Inter News Service
Por Rafael Santiago Medina
San Juan, 22 diciembre de 2022.- Estando en la calle con miras a realizar una gestión personal, escuché a un ciudadano que se refería a las expresiones del gobernador Pedro R. Pierluisi de que “este es y va a ser el cuatrienio de la obra”.
Decía este ciudadano a otro que lo acompañaba: “¿No será acaso que lo único que obra durante este cuatrienio es una perspectiva de progreso fallida en poder del desgobierno y la parálisis? Lo que obra sí en poder del desgobierno durante este cuatrienio es un emprendimiento fallido hasta este momento de reconstruir el país”.
El sustantivo “obra” utilizado en sus expresiones por el gobernador Pierluisi se convertía en verbo en el comentario de aquel ciudadano que denotaba un buen grado de inteligencia y manejo del español, lo que me hizo suponer que era una persona con estudios académicos. Él, junto al otro que lo acompañaba, se perdieron en medio de las personas que transitaban por el lugar en ese momento.
Sin embargo, aquel comentario se quedó retumbando en mis oídos y no dejaba de pensar en aquello que había escuchado. ¿Será cierto que lo que obra en poder del desgobierno es una reconstrucción fallida del país hasta este momento?
Reflexioné tras escuchar el comentario del ciudadano que verdaderamente vivimos momentos en la política de este país pletóricos de imaginativas retóricas de publicistas; palabrerías huecas que los hechos no sustentan. Pensé que los políticos de nuestro país debieran internalizar que lo que Puerto Rico necesita son hechos, no palabras.
Empero, otorgando el margen de la duda al gobernador Pierluisi, me pregunté: “¿Habrá la posibilidad de que este sea el cuatrienio de la obra? El cuatrienio de la obra”, repetí varias veces en mi mente.
Y volví a preguntarme: “¿Acaso las obras de reconstrucción de Puerto Rico para rehacer nuestro acervo infraestructural en decadencia y obsolescencia están acaso viéndose realmente, más allá de muchos anuncios de asignaciones de fondos federales para ello, pero pocos desembolsos y emprendimiento de obras de construcción?”.
Hay buenas intenciones, eso sí, me respondí a mí mismo. Buenas intenciones, pero pocas realizaciones que conviertan en hechos las palabras. Ir del dicho al hecho. Pero tal parece que sigue habiendo entre lo dicho y lo hecho un gran trecho. Ese es el trecho que la retórica política del gobernador Pierluisi tiene que superar.
