Ponce: Entre el miedo y la guerra por narcotráfico

Por Agustín Muñoz/El Sol de Puerto Rico

Ponce es el municipio con el mayor número de barrios (31) en Puerto Rico y con el paso de los años ha venido perdiendo población hasta llegar a un estimado del alrededor de 145,278 personas, según información del State Data Center de Puerto Rico (SDC-PR).

 Diversos factores están contribuyendo al éxodo de los ponceños hacia otros horizontes dentro y fuera de la isla y se presume que pronto se agregará el clima de delincuencia y violencia que se ha recrudecido en los pasados meses luego del huracán María.

 Las autoridades municipales y estatales no están ajenas al problema de inseguridad en Ponce, particularmente las balaceras, atentados contra la vida y los asesinatos, que sumaron nueve en enero pasado.

La alcaldesa María “Mayita” Meléndez Altieri ha mantenido reuniones con funcionarios de los organismos de seguridad, incluso de la esfera federal, para delinear planes que le den fuerza para enfrentar la delicada situación que viene asustando a los residentes de la llamada “Ciudad Señorial”. Asimismo, ha sostenido encuentros con directivos de las empresas administradoras de los residenciales públicos.

Una medida que tomó el alto mando de la Policía Estatal ante la gravedad del asunto fue el cambio del jefe en la Comandancia de Ponce. Designó al teniente coronel Carlos Cruz para que sustituyera al también teniente coronel Israel Rojas Velázquez. En la actualidad la totalidad de agentes en los cinco precintos policiales que integran la ciudad de Ponce ronda aproximadamente los mil efectivos. A esos, se agregan los 316 que tiene la Policía Municipal, de acuerdo con información suministrada por Darisabel Texidor, directora de Prensa de la alcaldesa.

El Sol de Puerto Rico procuró conseguir el dato oficial sobre la matricula de agentes en esos cinco precintos, pero fue infructuoso. “Lo que único que te dicen es que hay suficientes para atender la ciudad. No dan cifras. Además, se han ido muchos por la Ley 70”, contestó un uniformado que pidió anonimato.

Malestar

En el interior de la fuerza policial en Ponce existe malestar contra el jefe de Seguridad Pública, Héctor Pesquera. Se comenta en los pasillos que Pesquera “no sirve” para dirigir la Policía como ocurrió con la ex Superintendente Michelle Hernández de Fraley, afirman.  Se alega que la falta de materiales para trabajar en los precintos es grave e incluso que los vehículos oficiales averiados son reparados con piezas en buenas condiciones de otras patrullas.

“No hay ni papel de baño”, comentaron por separado dos oficiales.

Los narcotraficantes

Al parecer, la guerra por el control del mercado clandestino entre los grupos dominantes en el trasiego de sustancias controladas evadió la ética que prevalecía en el pasado entre organizaciones similares. “En el pasado estos grupos de delincuentes tenían una ética que consistía en no perjudicar a gente inocente, pero ahora a la muchachería que está en eso no le importa nada”, dijo un ex agente policial que trabajó combatiendo del narcotráfico en la región sur y norte.

Meléndez Altieri ha dicho que “las muertes por acecho no las podemos evitar, pero no podemos permitir que se pierdan más vidas”. Reconoció que los habitantes de la ciudad quieren salir a la calle sin miedo”.

Antonio Franceschi, residente en el barrio El Tuque, contó que es parte de un grupo de 18 personas, hombres y mujeres, que frecuentemente sale junto a socializar en Ponce, pero de un tiempo a esta parte han tenido que cambiar las estrategias de reunión, por temor. Dice que no quieren “estar en un lugar equivocado, hora equivocada y el momento equivocado”.

Sin embargo, el ponceño señaló que “no podemos dejar que nos acapare el miedo a salir y dejarle la calle a los delincuentes”. Atribuye la escalada en los crímenes violentos en Ponce a la situación económica que dejó a un sector sin empleo a raíz del huracán Maria. “El que no tenga la cabeza bien puesta y no sepa hacer nada más, va a cometer delitos”, opinó. Franceschi.

“El problema no es que estos animales, que eran personas, pero ahora son animales, se estén matando entre sí. Es que en esa lucha entre animales se escapan proyectiles que dañan a personas inocentes”, expresó con molestia Teodoro Laboy Pérez, un ex periodista.

Sostuvo que estuvo presente incidentalmente cuando ocurrió el atentado contra tres jóvenes en las cercanías de la casa alcaldía y la plaza Las Delicias de Ponce pues salía de asistir al acto de reconocimiento por los 135 años de la Banda Municipal, junto a su esposa. “Esto crea una situación emocional colectiva que hace daño. Cuando salimos por ahí, solo o con nuestras familias, sobre todo de noche, te pones aprehensivo, te pones en la defensiva cuando esperando el cambio de luz en un semáforo temes una bala perdida. Eso afecta tu comportamiento”, aseguró Laboy Pérez.

Relató que varias entidades benéficas a las que pertenece junto a su cónyuge han tenido que alterar la planificación acostumbrada de sus actividades a raíz del alza en la incidencia criminal. El también escritor propuso que la ciudadanía debería activarse más en sus vecindarios en pro de su seguridad.

Por su parte, Rafael Cruz López, vecino de la urbanización Villa del Carmen en la Playa de Ponce, expuso que es alarmante lo que está sucediendo en la denominada Perla del Sur por ser esta una ciudad tranquila en comparación con otras ciudades similares en la isla. Recomendó que “debemos ser precavidos y cambiar de ruta constantemente”. Observó que las cámaras de seguridad instaladas en algunos puntos de la ciudad “han sido un paquete”, pues según dijo no han sido efectivas.

“Aquí los delincuentes están copiando las (tele) novelas que vienen de Colombia, es el patrón. Antes se peleaba con machetes y con piedras y estas series (televisivas) te están diciendo como hacer las cosas. ¿Cuándo aquí se había visto que estuvieran disparando de carro a carro o que se te pegara una motora al lado y te entraran a tiros?”, resaltó Cruz López.

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