El Capitolio– El presidente del Senado, Thomas Rivera Schatz, y su homólogo en la Cámara de Representantes, Carlos “Johnny” Méndez Núñez informaron hoy que 7,325 personas afectadas por el paso del huracán María acudieron hasta los predios del Capitolio para radicar y someter solicitudes a la Agencia Estatal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés).
“Atender miles de personas en el Centro de Asistencia al Constituyente en el Capitolio sobrepasó nuestras expectativas y eso revela una vez más la realidad del nuevo Puerto Rico, pero no nos detendremos en la búsqueda de un mejor porvenir para los hijos de esta tierra. Desde el día uno los senadores estuvimos en la calle en contacto directo con la gente y palpamos de cerca que el paso del huracán María reveló una vez más nuestra verdadera identidad: un pueblo solidario y trabajador. Ahora le toca a cada ciudadano y al gobierno levantarnos y actuar juntos porque es nuestra responsabilidad luchar por el bienestar del Puerto Rico del presente y del futuro”, reiteró el presidente senatorial quien abrió centros similares alrededor de la Isla.
Por su parte, Méndez Núñez sostuvo que “la idea detrás de habilitar este centro fue ayudar a nuestra gente en estos momentos tan difíciles. Estamos complacidos con la cantidad de personas que visitaron estas facilidades para llenar su solicitud de ayuda ante FEMA. Esta Cámara de Representantes ha estado, desde el primer día, en la calle, asistiendo al pueblo entregando suministros, tramitando ayudas y coordinando servicios con las agencias estatales y federales. Vamos a redoblar esfuerzos para continuar ayudando a la gente mediante legislación que atienda las necesidades que surgieron tras Irma y María. Además, el Oasis de Wifi gratuito continuará abierto en la Plaza de la Democracia y todos los representantes seguirán haciendo labores de reconstrucción por nuestro pueblo”.
El Centro de Radicaciones de Solicitudes de FEMA en el Capitolio estuvo activo por un mes. Además, quienes necesitaran consejería profesional tuvieron a su disposición a un grupo de profesionales y pastores de la Oficina de Base de Fe de la Cámara Alta, así como a un grupo de trabajadores sociales y de psicólogos que forman parte del grupo “Forjadores de Esperanza”.
