Periódico El Sol de Puerto Rico
Por Danny Hernández
(viernes, 29 de abril de 2022)- Nos han hecho pensar que la corrupción, al igual que los boquetes en la calle, son culpa únicamente de los partidos de mayoría, entiéndase el P.N.P y el P.P.D. Sin embargo, mi teoría luego de un largo análisis es que la corrupción es muy amplia y no se circunscribe a unas entidades específicas. Hay tantos actos corruptos como la cantidad de boquetes en la calle. No importa donde usted viva, al salir de su casa a hacer las compras, al trabajo o a la escuela de los niños, de seguro tropezará y hará mil malabares para no caer en uno de esos boquetes. Y de la misma manera hay que maniobrar para salirse de actos que pueden conllevar acciones corruptas.
Pero cuando hago alusión a los actos corruptos usted pensará que se trata del robo de dinero a los contribuyentes o alguna acción de los funcionarios de gobierno. Pues les digo que esa es solo una parte. Los actos corruptos también incluyen algunos en los que muy probable una vasta mayoría de personas han caído y se lo guardan en lo mas secreto o tal vez hasta lo justifican porque no son “grandes”.
Un ejemplo claro es cuando los empleados/as administrativos se llevan el papel o los lápices de la oficina para la casa. Cuando nos cobran de menos y nos quedamos callados. Así como cualquier acto de pillería que no envuelve necesariamente dinero y seguimos como si nada pasara. Todos hemos visto como a plena luz del día bajo una carpa a orillas de la carretera montan una “tiendita” de venta de artículos de piratería. Desde películas a prendas y accesorios en réplica de marcas famosas. Y hasta los que se supone representen la ley y el orden, se detienen a comprar eso artículos y los promocionan ante los ojos permisivos de todos nosotros.
Ah, pero es más fácil y hasta placentero descargar nuestras frustraciones con los “políticos” de turno y más recientemente con los rojos y azules. Porque al culpar al PNP y PPD nos plantamos como pertenecientes a una nueva onda, a la moda imperante. Pero les recuerdo que hasta un pipiolo cayó en uno de esos boquetes de la corrupción cuando usó la tarjeta oficial como director de la ACAA y se gastó $15mil dólares para beneficio personal en nada relacionado a sugestión de gobierno. Pero aun más reciente el presunto olvido de una líder del Movimiento Victoria Ciudadana que no mencionó en ninguno de sus informes la responsabilidad que tenía en las empresas de su familia ni tampoco los ingresos de estas.
Por eso debemos analizar si alguna vez hemos caído en alguno de esos boquetes, grandes o pequeños, pero nos pasamos los días tapando nuestras culpas y responsabilidades igual que el gobierno tapa los boquetes en las calles. Que al par de semanas vuelven a abrirse y siguen haciéndonos daño. Finalmente, les recuerdo que caminar mirando hacia otro lado, no hace desaparecer los boquetes y aun así podemos seguir cayendo en ellos. Aunque pensemos que los pecados de los servidores públicos son más grandes y graves, no olvidemos que siguen siendo boquetes del pecado.
