Espacio Reflexivo: Suena el último timbre

Por Yasinia Rodríguez Sepúlveda

Suena el último timbre y con él se despide una etapa marcada por aprendizajes, amistades, desafíos y crecimiento. Para miles de estudiantes, la toga y el birrete no solo representan la culminación de los estudios secundarios, sino también el inicio de un nuevo camino lleno de decisiones cruciales. Algunos ya tienen su ruta definida: universidad, empleo, emprendimiento. Otros, en cambio, aún buscan claridad sobre qué dirección tomar. Sin embargo, el tiempo no se detiene y la vida continúa avanzando.

Obtener el diploma de cuarto año es un logro que merece celebración. Es fruto del esfuerzo, la perseverancia y, muchas veces, del apoyo de familiares y maestros. Pero más allá de este momento de gloria, lo que viene después marcará profundamente el carácter y destino de estos jóvenes. Cada elección —por pequeña que parezca— contribuirá a formar los hombres y mujeres que serán mañana: ciudadanos responsables, soñadores empedernidos, líderes, padres, madres, profesionales, servidores.

Hoy se cierra un capítulo, pero el libro de la vida apenas comienza. Que cada paso que den esté guiado por valores, propósito y pasión. El futuro no está escrito, y cada uno tiene la oportunidad de escribir su propia historia con tinta de esperanza y determinación. A disfrutar esta etapa, que el baile de la vida apenas comienza.