Por: Dra. Samara Lugo Rullán
Psicóloga Industrial/Organizacional
Los hijos crecen muy rápido y están prestados en casa por un lapso de tiempo. Los padres tienen la misión de guiarlos en el camino y brindarles las herramientas para que se conviertan en seres independientes, con deseos de triunfar y desarrollar sus propias metas. Es natural que llegue ese día, en que los hijos vuelan del nido para hacer su propia vida, y para el cual no todos los padres están preparados. Es el momento en que van a universidad, forman su propia familia, o simplemente, desean irse a buscar su propia suerte. Es aquí cuando muchos padres experimentan el llamado síndrome del nido vacío. Es ese sentimiento de soledad, vacío, tristeza, y ansiedad de sentir su casa en un silencio absoluto, de no tener el revolú y el corre corre diario. Cuando las rutinas diarias de muchos años – de llevar a la escuela, de ir a la práctica, de preparar su comida y meriendas, entre muchísimas otras cosas que vive cada familia. – dejan de existir.
El impacto de este síndrome depende de la composición familiar, de la etapa de vida en que se encuentren los padres, y de la relación que se haya fomentado con los hijos. Es mucho más fuerte para aquellas madres solas, madres sobre-protectoras o que tienen un solo hijo(a). Hay que señalar que es un proceso de adaptación a una nueva realidad familiar. Al igual que los padres y madres se tienen que adaptar a nuevas rutinas y a la falta de la presencia diaria de sus hijos, los hijos tienen que comenzar a asumir responsabilidades, solucionar problemas y tomar decisiones y aprender a vivir sin que sus padres estén disponibles. En ocasiones puede que ellos tampoco logren una adaptación efectiva, particularmente aquellos hijos que han sido sobre protegidos toda la vida. Por lo tanto, más que un bien, le hacemos un gran daño sobre protegiéndolos, ya que les faltaran las herramientas necesarias para afrontar la vida solos. Permita entonces que desarrollen sus propias capacidades y logren ser independientes.
Cada cambio de la vida necesita un tiempo adecuado para ser superado, la gran mayoría de los padres pasan por un periodo inicial difícil, pero al cabo del tiempo, logran adecuadamente adaptarse a su nueva etapa. Entendiendo que es ley de vida que sus hijos crezcan. Afrontando adecuadamente el proceso, estabilizándose emocionalmente, y buscando maneras de disfrutar de la vida adulta de sus hijos. Si no se maneja adecuadamente esta transición, se puede percibir como una pérdida y pasar por un proceso de duelo no resuelto, con un efecto emocional más profundo, lo que puede llegar a convertirse en una depresión. Si fuera el caso, es importante que se busque ayuda profesional para trabajar con la situación. En muchas ocasiones hay otros elementos ocurriendo en la persona que afectan su estado emocional y funcionalidad, tales como una enfermedad, divorcio, problemas de salud mental, problemas económicos, entre otros que deben atenderse cuanto antes.
Por tales razones, visualiza tu situación actual familiar. Ve haciendo los cambios necesarios. Prepárate psicológicamente para que cuando llegue ese día, no te tome por sorpresa. Recomendaciones para sobrellevar el síndrome del nido vacío:
- Es importante que la familia se organice desde antes, que planifiquen su nueva etapa.
- Llamen a menudo a sus hijos y visítelos, hoy día hay diferentes aplicaciones digitales que te permiten verse y estar en contacto todo el tiempo.
- No los abrumen llamando cada media hora y no se muden entre semanas para su apartamento.
- Tienen que dejar crecer a sus hijos, entender que el hecho de que ya no esté en casa no significa que se rompió el vínculo.
- Sienta alegría que su hijo(a) está en un proceso de formación para convertirse en profesional.
- Busquen en que entretenerse, ocupe su tiempo.
- Si viven en pareja, aprendan nuevamente a disfrutar juntos, hagan planes.
- Dialogue con otros padres sobre sus experiencias.
- Si no puede llevar la situación por si solo y le está afectando significativamente por un periodo largo de tiempo busque ayuda profesional.
Disfrute de sus hijos en todas sus etapas de vida.
