Sin supervisión los establecimientos de venta de comida en el sur

Por Agustín Muñoz

La centralización de los diversos servicios que prestaba el Departamento de Salud (DS)
en las regiones en que estaba dividido antes del 2016 ha dejado fuera programas de
prevención como la de salud ambiental cuyas oficinas fueron cerradas.

Esa determinación ha provocado la ausencia de inspecciones periódicas a
establecimientos de alimentos y las visitas a las comunidades ya que el personal que
se encargaba de esas funciones fue desplazado.

El Sol de Puerto Rico intentó infructuosamente de comunicarse con la Oficina
Regional del DS en Ponce, pero nadie respondió y supimos que esa dependencia ya
no existe y menos una oficina de la Secretaría Auxiliar de Salud Ambiental (SASA).
Ambas oficinas regionales de Ponce atendían 15 municipios desde Guánica hasta
Patillas, incluidos Adjuntas y Jayuya.

“Quitaron los directores regionales en este cuatrienio. La última directora regional fue la
doctora Sally del Toro. Ella empezó el cuatrienio, pero la quitaron. Ahora todo está
centralizado en San Juan”, dijo un médico consultado.

La revelación de las condiciones deplorables de la cocina de un reconocido restaurante
del Condado puso al descubierto la falta de inspecciones del DS a los establecimientos
que sirven comida al público.

Sin embargo, la página web del DS dice que la División de Higiene de Alimentos de
SASA tiene como meta “mejorar y mantener las condiciones sanitarias de los
establecimientos que preparan y sirven alimentos y de los establecimientos de venta al
detal en Puerto Rico”.  Además, “establecer un grado de uniformidad a través de todo
el país en la inspección de estos.  Sostener la capacitación técnica del personal para
que se realice una labor que refleje la realidad de la situación de dichos
establecimientos”.

“Eso ya no es realidad, por lo menos fuera de San Juan. Eso existe en papeles, pero
los inspectores de salud ambiental son cosa del pasado. Esto empezó cuando el
gobierno de (Pedro) Rosselló les redujo el personal a las oficinas. Para ese entonces
en los cedetés (Centros de Diagnóstico y Tratamiento) de los municipios había una oficina de salud ambiental y tenían suficientes inspectores para cada pueblo”, recordó Antonio Cintrón, quien fue supervisor en esa agencia.

Siguió diciendo que cuando el gobierno traspasó los hospitales a la empresa privada
hubo un desplazamiento y como consecuencia el retiro de la mayoría de los
trabajadores de salud ambiental. Recordó que ese personal nunca fue sustituido y las
plazas quedaron vacantes.

En la actualidad aparentemente apenas “hay gente para una región tan grande”. “Ya no
se realizan intervenciones y la agencia se ha convertido en una de recaudación de
fondos a través de un servicio que se pide. Las inspecciones a restaurantes ya no se
dan, por eso ese despelote con lo del restaurante de San Juan”, destacó Cintrón. De hecho, tres establecimientos de venta de comidas en Guayanilla, Ponce y Guánica consultados por este medio admitieron que hace mucho tiempo que no reciben la visita de personal del DS. Uno de los consultados reveló que “el protocolo dice que si se reporta gente envenená (envenenada) en un hospital entonces es que ellos (DS) actúan”.

En la misma pagina web del DS se destaca que “las actividades de la Secretaría
(SASA)se desarrollan en tres niveles. El nivel central ejerce las funciones normativas
de asesoramiento técnico, evaluación y adiestramiento.  El nivel regional ejerce la
función administrativa de dar dirección al sistema de acuerdo con las normas y
procedimientos establecidos por el nivel central.  El nivel local realiza la operación del
campo, tales como inspecciones, reinspecciones, toma de muestras para análisis
químico, bacteriológico y físico, decomisos, embargos y clausuras”.

Pedro Torres, quien también laboró como inspector en SASA, dijo que todos los
programas preventivos a través de SASA prácticamente desaparecieron porque
“aunque en papeles existen, no tienen personal”.

Trascendió que ante la falta de inspecciones por el gobierno algunos establecimientos
que expenden alimentos preparados tienen sus propios sistemas de control de calidad
en el manejo de las comidas.

“Lo del restaurante ese del Condado se veía venir. Creo que casi todos los
restaurantes de la isla están igual”, soltó Cintrón.

El Plan para Puerto Rico, del cual se basa la presente administración de gobierno del
PNP, dice que “la prevención es vital en nuestro modelo para establecer un estándar
de prevención claro en enfermedades comunes en nuestra sociedad y de esta forma
poder anticipar”.

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