¿Se quemaron o se rajaron?
Periódico El Sol de Puerto Rico
Por Danny Hernández
(lunes, 18 de abril de 2022)- El Partido Popular tiene el fuego encendido y le esta llegando a sus propias puertas. Un partido cuya base está desmotivada y peor aún perdida y sin norte. Es normal escuchar a populares decir que perdieron las elecciones, aún cuando lograron la mayoría de las alcaldías, la mayoría en el Senado y mayoría en la Cámara. Eso es muestra de la desmoralización que existe dentro de las filas populares. Gente con sentimientos derrotistas guiados más por impulso o simpatías que por un mensaje coherente que los una.
Hemos visto como el heredero criollo sentado en el trono del Valle del Turabo dice a estas alturas que no se siente representado por el partido al que le debe su cacicazgo y mantenido en sus peores momentos gracias al jíbaro de la Pava.
Pero más allá de esa realidad hay una más cruda y fuerte. El alcalde de Caguas es uno de los líderes del PPD y uno de los integrantes de la Junta de Gobierno. Posee la poltrona de una de las ciudades bastiones del PPD siendo además cabecera de distrito en el centro – este de la Isla. Así las cosas, ¿cómo es posible que los líderes digan que no se sienten representados de la organización que ellos mismos lideran? Así de contradictorio como suena, así es la realidad.
El liderato del PPD tiene que reconocer que es su responsabilidad la situación en el partido al que ellos mismos critican. Incluso, hasta parte de la responsabilidad de donde ha caído el partido la tiene ese mismo liderato. Pero a la vez que se dan esas movidas, los vientos siguen amenazando las llamas del fuego popular. Desde el Oeste sopla una brisa que amenaza con sacudir a otro de los caciques de la pava. En el noreste el alcalde trujillano anda desaparecido con los federales respirándole en la nuca. Y a estas horas ya es una realidad la primaria en la ciudad bruja para sustituir al corrupto alcalde saliente de Guayama.
Pero queda preguntarse, ¿está llegando a su ultimo aliento de vida el PPD de Muñoz? Según mi análisis, hay tiempo, pero no para perderlo. No hay tiempo de pensar mucho sino de actuar. Y, en primer lugar, actuar en consciencia del cambio generacional real que ya ha ocurrido ante nuestros ojos. Ese es un detalle que el partido popular ha dejado pasar de largo ese detalle que le ha costado mucho y le costará mucho más sino actúan con urgencia.
Todo esto es viable si no caen los populares en el mismo error de las pasadas 2 elecciones. Querer “entallarle” la organización a la medida y preferencias del candidato del momento. Seguiremos al pendiente de ver si se rajan o si se queman abrazados por el fuego popular.