Presentan millonaria demanda contra la fiscalía federal en la Isla, el FBI en San Juan y Dish Network

Inter News Service

San Juan, PR / 31 de agosto de 2021 – Las empresas Naicom, PayLink y Kiaras sometieron una demanda multimillonaria por 600 millones de dólares el pasado viernes en el Tribunal Federal de Puerto Rico, por espionaje corporativo y hurto ilegal de propiedad intelectual y fraude informático en contra de Dish Network, la fiscalía federal en Puerto Rico y el FBI en San Juan.  

De acuerdo con el recurso judicial, los demandados se pusieron de acuerdo para conspirar y cometer actos de espionaje corporativo y hurto ilegal de propiedad intelectual, tecnologías, información confidencial y secretos comerciales pertenecientes a los demandantes. 

Estos eventos se remontan al 7 de agosto de 2017, cuando comenzaron los actos de espionaje e ingeniería inversa, hasta el 29 de agosto de 2019, cuando intentaron o se apropiaron de los secretos perteneciente a los demandantes.

Por estos actos culminaron demandados la Fiscalía Federal de los Estados Unidos para el Distrito de Puerto Rico (PR), junto a Rosa Emilia Rodríguez Vélez, exfiscal; José Capó Iriarte, exjefe de la división criminal; Nicholas Cannon, jefe adjunto delitos cibernéticos, división criminal, el FBI en San Juan; Douglas Leff, quien fuera agente especial del FBI a cargo de la división de San Juan; Bradley Rex, exagente supervisor especial del FBI en Puerto Rico; Lance Lange, Kevin Reaves, así como Clay Rehrig, agentes especiales del FBI en la Isla; Juan Galarza, científico en computadoras del FBI en el país; Jason López, técnico de pruebas del FBI, así como varios empleados de Dish Network.

En términos generales, según reza el pliego de 72 páginas, los fundadores de Naicom comenzaron el desarrollo de una tecnología de distribución de contenido que le permitiera transmitir programas de televisión en vivo utilizando los sistemas de Multicast por el Internet y redes privadas con el uso de solo 2mbps, algo nunca visto por ninguna empresa de telecomunicaciones o distribuidora de cable televisión, el cual bautizaron como DISME (Dynamic Internet Semantic Multicast Environment).

Según expresa Darwin Quiñones, el creador de esta tecnología, “desde el inicio de ambas empresas se aseguraron de implementar todos los rigores de seguridad de secretos de negocios e información confidencial para proteger, de terceros, la tecnología DISME. Sin embargo, para 2017, la compañía Dish Network Corporation, luego de ver la amenaza de varios negocios de telecomunicaciones que pretendían trabajar en alianzas, que incluían a Naicom (quien aportaría su sistema único de DISME), Dish Network decidió someter una querella al FBI alegando que la compañía Naicom era una de contenido de piratería en Puerto Rico”.   

La demanda, presentada el pasado viernes, indica además que, desde que la Fiscalía Federal y el FBI en Puerto Rico decidieron abrir una investigación criminal en contra de Naicom y sus fundadores, bajo el poder y supervisión de esas oficinas, las empresas Dish Network y sus demás demandados decidieron ordenar, vía correo, dos dispositivos de Naicom IPTV (Internet Protocol Television) para realizar ingeniería inversa, a través de programas de espionaje corporativo tratando de olfatear electrónicamente los servidores de Naicom, utilizando programas sofisticados. 

“Al no poder penetrar los sistemas y el muro de protección que extraordinariamente habían estructurado los demandantes, la compañía Dish Network y Nagrastar, deciden pedirles a los demandados federales que le faciliten la entrada al Centro de datos de Naicom”, según cita la demanda. 

Añade que, “así las cosas, los federales realizan una orden de allanamiento sin causa probable, para acceder al centro de datos de Naicom, donde residen todos los equipos de computadoras y servidores. Durante ese mismo ejercicio, le dieron acceso a Dish Network y Nagrastar a la tecnología, información confidencial y secretos de negocios de los demandantes, bajo la artimaña de una investigación criminal que no arrojó ni una cintila de evidencia criminal, ya que Naicom contaba con todos los contratos de empresas de programación televisiva para distribuir sus contenidos”. 

No obstante, el recurso expone que “habiéndose disipado la causa probable de la primera orden de allanamiento fatula, resultando en una vergüenza para los federales, estos regresaron por segunda ocasión, también acompañados de empleados de Dish Network y Nagrastar, al centro de datos de Naicom y otras dos empresas de nuestra propiedad. Pero, esta vez lo hicieron sin orden alguna, volviendo a ingresar a los predios, para continuar el robo de la propiedad intelectual y secretos de negocios”.

Los querellantes exigen un juicio por jurado contra los acusados y que se otorgue una indemnización en exceso de cien millones de dólares, así como otra por daños punitivos que exceden los 500 millones.

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