La transformación del Dr. Portela: De la abundancia material a la riqueza espiritual

Dr. Portela

Periódico El Sol de Puerto Rico / Por Michelín Santiago

Cayey, 30 marzo de 2023- Puede decirse que el doctor Eugenio Portela emergió a la fe desde su niñez, aunque tuvieron que pasar muchos años antes de que descubriera su vínculo con la religión a través de una conexión inesperada con la Virgen del Pozo, en Sabana Grande, cuando asistió a una charla persuadido, sutilmente, por su esposa.

Este otorrinolaringólogo, con formación primaria en el colegio católico Sagrado Corazón, Santurce, a quien nunca le fue ajena la mística de recibir señales que establecerían su eventual derrotero de vida, nos contó, con pausado hablar, el cambio radical que se manifestó en su rutina a partir del 1985. 

Contrario a lo que muchos de sus conocidos y familiares pensaban, el Dr. Portela, que materialmente lo tenía todo, sentía un gran vacío, no familiar sino emocional y estaba convencido -de alguna manera- que el camino que debía forjarse para el resto de su vida iba más allá de lo que veía y tocaba con sus fuerzas humanas.

“Yo tenía mi oficina. Para ubicarme en tiempo y espacio. Yo vivía en la urbanización San Francisco, aquí de Río Piedras. Tenía un BM 745, tenía tres apartamentos de playa, lo cual disfrutamos. Con ese estilo de vida, cualquier persona se sentiría completamente realizado, pero fue la época cuando más vacío yo me sentía, tenía muchas cosas físicas, pero había un vacío bien grande en mi interior”, confiesa el médico.

Recuerda que en medio de lo concerniente a su ajetreada profesión, a la cual le dedicaba en muchas ocasiones más de la mitad del día, comenzaron, algunos pacientes sin relación familiar o de amistad entre sí, a llevarle a su oficina tratados que daban cuenta de historias sobre manifestaciones videntes de la Virgen en diferentes lugares del mundo. “De apariciones en Japón, Sabana Grande, de Portugal, Fátima”, relata Portela quien operaba su oficina médica desde el hospital Auxilio Mutuo.

“En ese tiempo, mi esposa me dice que quería que yo fuera con ella a escuchar una charla del vidente de la Virgen del pozo en Sabana Grande, Juan Ángel Collado. Que la charlita era a las 7:30PM. Pero en esa época, normalmente yo trabajaba de 7 de la mañana a 9:30pm a 10:00 de la noche, pero nada llegó este día. Y Ese día no tenía pacientes hospitalizados, no tenía consultas en el hospital. No había almorzado y me fui a casa para almorzar. Así que llegué a mi casa más temprano. Mi esposa me dice, Ay, qué bueno, porque hoy es el día,  de la charlita que pudiste salir temprano y yo en mi interior decía, bah’ me cogieron voy a tener que ir… ni lo tenía en planes, ni me acordaba. Si me hubiera acordado me quedaba en el hospital más tiempo” relata Portela.

Recordó que la charla era en la parroquia el Buen Pastor cerca de donde vivía y que al llegar se topó con una capilla abarrotada de personas interesadas en escuchar el testimonio del invitado,  Collado, quien fue uno de los niños (en su caso de ocho años) a los que en el 1953 la Virgen se les manifestó en el Barrio Rincón, de Sabana Grande. “Estaba llena de tepe a tepe y nos tocó quedarnos parados en uno de los golpes laterales para escuchar la charla. Se me quedaron muchas interrogantes en mi interior, pero por otro lado yo había estudiado en un colegio católico”, agregó.

“Quiero darle un dato importante, que me enteré años después, pero es clave a ese cambio que hubo. Como mi esposa me conocía muy bien, ella comenzó a hacer un Rosario a las 3 de la mañana de rodillas y en Cruz, y lo estuvo haciendo por casi 3 meses. Para que Dios hiciera ese milagro en mi interior y yo pudiese llegar a la charla. Esa es la causa, lo que fue moviendo la situación” asegura Portela.

Su fe cambio el estilo de vida

El Sol: ¿Puede identificar cuáles fueron los cambios mayores en su vida?

Dr. Portela: “Bueno teníamos 3 apartamentos en Playa del Yunque, que es un lugar cerca de  Río Grande, cerca de Río Mar, tiene playa. Muy bonita hoy. Tenia un bm (BMW). Tenia una buena casa… Pero ese encuentro hizo que mis metas cambiarán a una meta, de buscar a Dios, de tener a Dios como prioridad de vida. Dentro de mí y de la familia. Los apartamentos de playa, los vendí porque en cuatro años fui en cinco ocasiones… El BM salí de el y desde entonces tuve dos Pontiac. Me mude a otra casa…

El Sol : ¿Parte de ese dinero fue al ministerio o a obras benéficas?

Dr. Portela: “TODO… fue a obras benéficas en diferentes formas.”

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