La protesta del país: del machete al reggaetón

Un grito sin sangre

Por Agustín Muñoz / Periódico El Sol de PR

El 24 de julio de 2019, en Puerto Rico no se fusiló a nadie ni se derramó sangre en la calle. No hubo machetes ni palos como en los acontecimientos del 23 de septiembre de 1868 durante el alzamiento de Lares contra los colonizadores españoles.

El 24 de julio pasado, las “armas” que usaron los manifestantes para sacar de su escondite y “renunciar” al gobernante Ricardo Rosselló fueron la indignación y el coraje transmitidos a través de diferentes géneros musicales alegres y algunos de sus expositores. Aunque en las manifestaciones desfilaron ritmos como la plena, el reggaetón y sus intérpretes marcharon en la primera fila de la convocatoria. Aparentemente, esa inserción de los cantantes de la llamada música urbana hizo revolver a una juventud supuestamente indiferente a los problemas serios del país.

La invitación de René Pérez, Bad Bunny, Nicky Jam, PJ Sin Suela, unida a la voz de Ricky Martin, entre otros, hizo un eco enorme que llegó hasta los lugares más recónditos de la isla. El resultado, aunque hubo que esperar con y sin paciencia, se logró.

Al igual que en el Lares de 1868, la semana pasada hubo traidores, pero no muertes y sí un gran despliegue de banderas puertorriqueñas. El ejército del 2019 tuvo líderes cantores y solo un nombre: Puerto Rico, un nuevo comienzo.

Dos meses antes del próximo 23 de septiembre, en la isla retumbó un grito espontáneo. El grito por un gobierno sin corrupción y para los suyos, por la educación, por la salud, por la seguridad y también por una cultura que fue echada a un lado por la administración Rosselló.

En enero pasado, tanto René Pérez como Bad Bunny, llegaron hasta la Fortaleza, sin cita y de madrugada, con la supuesta intención de reunirse con el gobernador Rosselló “para hablar sobre opciones de cómo resolver el crimen en la isla, educación, la junta de control fiscal, la auditoría, la deuda”, según publicó el rapero luego del encuentro sorpresivo con el gobernador.

Sobre ese diálogo, Pérez transmitió un mensaje a través de las redes sociales: “Acá listos pa Gobernar 🍺 Sin dormir logramos entrar a fortaleza para hablar sobre opciones de cómo resolver el crimen en la isla, educación, la junta de control fiscal, la auditoría, la deuda y nos ganamos un café ☕️ Gracias @ricardorossello por abrirnos las puertas pa escucharnos. 🇵🇷 @badbunnypr 🙏 Without any sleep we managed to get inside the house of the governor of Puerto Rico to talk about options for how to solve crime on the island, education, The Financial Oversight and Management Board, auditing the debt and we won a coffee ☕️ Thank you @ricardorossello for being accessible and for listening to us 🇵🇷 @badbunnypr 🙏”, dice el mensaje acompañado de una imagen.

“Los reggaetoneros mejor que nadie saben cuán necesario es una buena educación y el llamado de ellos a mejorar la educación y a mejorar la cuestión de la seguridad pública se ha hecho evidente en varias declaraciones. Y eso, viniendo de ellos me parece sumamente significativo porque ellos lo han sufrido y se dan cuenta de la importancia”, expresó la escritora y líder cultural Maruja Candal Salazar.

La intelectual ponceña cree que esos reggaetoneros se han dado cuenta “de la importancia y la diferencia que hace una educación buena”. Candal Salazar no tiene dudas que la convocatoria de esos músicos fue uno de los móviles más importantes para que se dieran las masivas manifestaciones de indignación contra el cinismo y atropello del gobierno de Rosselló.

El rapero PJ Sin Suela, quien participó activamente en las demostraciones, dijo a El Sol de Puerto Rico que aparte del ritmo de reggaetón en las manifestaciones, hubo diversas formas de expresión que demostraron su molestia contra el gobierno. El también médico generalista señaló que la indignación del pueblo se reveló de la forma en que cada persona se sentía cómodo. Urgió al pueblo a mantenerse vigilante para que los gobernantes se preocupen más por el país.

Por su parte, el historiador Néstor Murray Irizarry, aunque reconoce la aportación de los cantantes de música urbana contra Rosselló, subrayó que “la palabra” de los periodistas e incluso de los propios intérpretes fue “lo     que motivó la lucha”. “La palabra se utilizó para decirle a la gente lo que estaba ocurriendo con los fondos (públicos), para invitarlos a que continuaran (con la protesta). También hay una mística que trae esta gente en su palabra y su palabra se convierte en canción, la palabra se convierte en poesía, la palabra se convierte en un discurso y es algo mágico que con la figura de ellos le dicen a la gente lo que ellos quieres escuchar”, sostuvo Murray Irizarry.

En su análisis, el fundador de la Casa Paoli de Ponce piensa que los mencionados artistas se han convertido en ídolos y “símbolos de patriotismo” como ocurrió con Pedro Albizu Campos que para muchos es un ídolo, además de patriota.” Lamentablemente, ellos (los reggaetoneros) están llenando un vacío de muchas generaciones que no necesariamente tienen quien los represente porque la mayoría de esa gente ya no cree ni en la luz eléctrica y tampoco cree en los políticos de hoy”, opinó.

 

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