La dura y hermosa vida de un padre de 12 hijos

“Papá Dios me complació”, dijo a viva voz

Agustín Muñoz / Periódico El Sol de PR 

El documento “Familia y procreación humana” de la Iglesia Católica subraya que “la procreación es el medio de trasmisión de la vida por la unión amorosa del varón y la mujer y debe ser en verdad humana”. Descifra que “el acto unitivo del hombre y la mujer no puede separarse de su dimensión connatural, que es la procreación, y hace posible la paternidad y maternidad responsable”. Asimismo, ser un buen padre va más allá de unirse a una mujer para traer al mundo a una nueva criatura. Ciertamente, ser padre implica pasar de su propia vida a ser guardián de sus hijos y ser guía del mejor modo posible.

Así que cuando Carlos Juan “Johnny” Figueroa decidió unirse a Aida Isabel Vázquez con apenas 17 años de inmadurez, parece que anticipó lo que antecede a este párrafo. Los dos eran estudiantes en la escuela intermedia Zoilo Gracia del barrio Collores de Juana Díaz.

Figueroa proviene de una familia numerosa y tras “escaparse” con su amada Aida le propuso procrear 12 hijos a imitación de sus padres. “Ella me dijo, pues tratamos a ver hasta donde lleguemos, con la buena suerte que cuando dio el número doce y llegué al hospital el doctor me dijo que la operé porque no puede tener ni uno más”, recordó durante el diálogo con El Sol de Puerto Rico.

“Papá Dios me complació, me dio los doce que le pedí, siete varones y cinco mujeres”, dijo con alegría. A esa descendencia se unen 28 nietos y tres biznietos.

Si bien nuestro entrevistado favorece las familias grandes, reconoce que la realidad económica actual es un impedimento, particularmente para los pobres. Por eso, aconseja a los matrimonios jóvenes a no tener más de dos hijos “y si tienes tres eres un general”.

Figueroa reconoce que su vida de padre y esposo no ha sido cómoda y con su trabajo de mecánico automotriz ha debido lidiar con diversas situaciones para procurar mantener y sostener a su gran familia.

“Toda la vida he tenido que trabajar duro. Ha sido bien sacrificado”, recalca y dice que muchísimas veces debió posponer obligaciones para poder “pagarle al colmado para que esté contento y te de la otra compra (de comestibles)”. “En ese sacrificio he estado toda la vida, un mes pagamos la luz y el otro pagamos el agua”, dijo.

“Johnny” Figueroa tiene 72 años de los cuales lleva 55 unido en matrimonio a Aida Isabel. Juan Carlos, uno de sus hijos, dice sobre su padre que “es un trabajador incansable, un hombre fuerte y de gran corazón”

”Desde los 15 años se dedica a la mecánica automotriz y se niega a retirarse. Amante de los autos clásicos y de la música de trío, su pasatiempo es restaurar autos mientras disfruta de alguna canción del ayer. En su taller “La Loma” en el sector Corral Falso, nunca faltan la música y los amigos. Disfruta de la crianza de conejos y es solo uno de sus múltiples proyectos”, relató Juan Carlos, director de la Oficina de Ayuda al Ciudadano del Municipio de Juana Díaz.

La familia de Figueroa lo describe como un “padre amoroso” que se destaca por tener un fuerte vínculo con todos sus hijos quienes se destacan en diferentes facetas públicas y privadas.

En unas declaraciones escritas entregadas a este redactor, la prole de Figueroa acentúa que “pudo haber escogido una vida de más comodidades y lujos, pudo haber tomado muchos otros caminos en su vida. Sin embargo, desde muy joven estuvo claro en que tener una familia grande le proveería toda la satisfacción que necesitaba en la vida”.

Sus hijos cuentan que hace unos años presenciaron cómo su padre retó con su grúa las crecidas corrientes del Rio Jacaguas para socorrer a una familia en peligro. El vehículo de la familia se había atascado en un vado y sin dudar, Figueroa ingresó al agua y pudo con su grúa en reversa sostener el automóvil y evitó una tragedia.  Así, durante la emergencia por el huracán María, dijeron, socorrió con la entrega de ayuda a muchas familias de Collores.

“Cada niño tiende a pensar que su padre es su héroe y cree que no hay nadie como él. Cuando se llega a la adultez, ya puedes entender y conocer los defectos de tu padre. Sin embargo, en nuestro caso, los años solo nos han confirmado que somos dichosos al tener un padre fuerte, amoroso y protector, que nos ha inculcado el temor a Dios, el amor a la patria, el sacrificio por el prójimo y el valor de la familia. Siempre hemos estado orgullosos de él”, declararon los herederos de Carlos Juan “Johnny Figueroa.

 

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