Anécdotas de una vida reporteril

Por José Pérez Hernández/Editor El Sol de Puerto Rico

Cuando uno escoge trabajar en medios de comunicación debe saber cuál es su misión. Si es en radio o televisión hay que tener claro lo que es entretener, educar e informar. En la prensa escrita cumplir con el objetivo de informar, educar, formar opinión y también entretener.

Y, esa labor conlleva esfuerzo, dedicación, preparación y compromiso, entre tantas.

En ese trajín y con el afan de cumplir con esa labor de comunicar suceden situaciones muy graciosas y otras no tanto. En radio, suele ocurrir que a muchos compañeros les gusta hacer “chiquilladas” para probar la estabilidad emocional, por lo general de los novatos.

En nuestra conversación con el compañero Agustín Muñoz Santiago sobre sus 50 años de trayectoria en los medios de comunicación dice que ha acumulado “un almacén de anécdotas” algunas de las que quiere compartir aunque, no todas.

En el artículo anterior les mencioné que su primer guía en un control de radio fue Carlos “Charlie” Torres. “Eran las 9 de la noche del 3 de agosto de 1971 cuando me dispuse a poner mi primer disco al aire en WEUC-AM. Era de la cantante venezolana Mayra Marti, una mujer de voz fina y aguda. Sin darme cuenta, Charlie me cambió el disco por uno de Leonardo Favio, un varón de registro bajo. Cuando presenté a Marti y salió Favio, temblé y por poco suelto mis tripas”, recordó entre risas. 

En esa misma emisora, revivió que le tocó entrevistar a un grupo de actores venezolanos que llegó a Ponce para presentar una obra al desnudo en el Teatro La Perla. La compañía teatral se llamaba ‹Rajatabla”. Djo que los presentó al aire como el grupo “rompe y raja”. “Cuando me hicieron notar el error, se me cayeron los pantalones”, contó entre carcajadas. 

Siguió que en otra ocasión en ese mismo escenario, una mujer que respondió a un concurso de pollos congelados quiso conocer al disc jockey. “Su cara de decepción no tenía precio ya que pensó que yo era rubio, de más de seis pies de estatura y de ojos azules. Después de eso no hablé más esa tarde”, expresó.

Conversó que en WPAB de Ponce pasaron algunas situaciones mucho más serias. Trajo a colación los ruidos bajo la superficie de la urbanización Las Delicias de Ponce en la década de los ‹80. “Me destacaron allí para investigar el asunto. Parecía empleado de la Junta de Calidad Ambiental (JCA). Logramos descifrar el origen de los ruidos.  La JCA premió esa entrega”, indicó.

Años después vinieron las catástrofes de Mameyes y el sector Las Batatas de El Tuque de Ponce. “!Wao! Se me erizan los pelos al recordar al hombre que llegó hasta mí esa tarde en WPAB para que le ayudara a localizar a dos de sus tres pequeños niños que la furia de las aguas de la quebrada se los arrebató de sus brazos. Al día siguiente, los pequeños fueron encontrados cubiertos por la arena de la playa cercana”, exclamó con pesar. 

Muñoz fue el moderador del programa “Solo para Adultos”, también en WPAB. Esa emisión pprovocó muchas situaciones, algunas muy embarazosas. Como la vez que un exsacerdote acusó que un exmonseñor tuvo hijos y la ocasión en que un médico “realizó” un aborto a través del micrófono para demostrar lo terrible que es quitarle la vida a un feto o niño por nacer.

Se acordó de una respuesta del exgobernador Luis A. Ferré en ocasión de las actividades del Quinto Centenario de la Colonización de Puerto Rico en 1992. “Ferré no representó a la isla en los talleres de trabajo de esa celebración sino que lo hizo por Estados Unidos. Le cuestioné sobre el asunto y lo justificó y más adelante en la entrevista me respondió que Puerto Rico no era parte de América Latina y sí de América del Norte. Esa respuesta luego la repitió durante una conversación que sostuvimos Néstor Figueroa Lugo y yo con él cuando Ferré se postuló para senador por el Distrito de Ponce”.

Sostuvo que en WPAB tuvo libertad de acción. “Recibí la encomienda de ir a cubrir las primeras elecciones presidenciales en Haiti en mucho tiempo. Allí fui testigo de que la desnutrición infantil y la mala alimentación entre los adultos no solo ocurría en África. La tenemos muy cerca en el Caribe. Viví la experiencia de ser blanco de integrantes del grupo paramiliar “LosTonton Macoutes”, cuando junto a otros reporteros internacionales estuvimos destacados en el centro electoral en Puerto Príncipe. Justo en el momento del ataque (lo recuerdo como ayer) estaba al aire en el programa dominical que dirigía el licenciado Nelson Escalona Colón (QEPD). Todos mis compañeros se tiraron al suelo, menos este servidor que no quiso perder la oportunidad de narrar el incidente. Mis compañeros de delegación me increparon porque puse en riesgo mi seguridad personal. Luego de eso, no podía mantenerme en pie. Después, para salir de Haití hubo muchas dificultades. Los gobiernos de Puerto Rico y Estados Unidos intervinieron para que nuestra delegación de informadores pudiera salir de allí. Ya en la isla, recuerdo la llamada que me hizo el licenciado José Ángel “Chiro” Cangiano, quien me regañó por todo lo que pasó y el riesgo de perder la vida”, narró.

En este recorrido no podemos dejar de incluir otras experiencia como el viaje cultural a Santiago y La Habana en Cuba, para el Festival Cultural y el Festival del Bolero y Feeling, respectivamente. “Todo fue increíble. Igual que la cobertura de los terremotos en Ciudad de Méjico en el 1985. Todo inolvidable”, finalizó Muñoz Santiago.

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