Por Agustín Muñoz/El Sol de Puerto Rico
Luego de varios meses de la pandemia por el COVID-19, el plan diseñado para salvaguardar la salud, prevención de contagio y seguridad de empleados y visitantes de las dependencias del Municipio Autónomo de Ponce, aparentemente está al garete, a juzgar por expresiones de la líder de los trabajadores unionados.
Mayra Rivera, presidenta de la Asociación de Empleados Municipales de Ponce, explicó que transcurridos dos meses desde que se discutió el Plan de Prevención y Control de Exposición al COVID-19 en muchas de las facilidades no hay termómetros disponibles.
Puso como ejemplo los museos municipales, cuyo director Julio Amill le admitió que en ninguna de esas instalaciones tienen disponibles termómetros para recibir a sus empleados y visitantes. Asimismo, algunas de las oficinas adscritas a la Secretaría Municipal y a la Oficina de Desarrollo Cultural y Turismo también carecen de ese instrumento medidor. “Lo primero que tú saludas al visitante y al empleado es con un termómetro y tienes que llevar un registro”, dijo al criticar a los jefes de las dependencias municipales que están obviando las disposiciones del plan de prevención.
En el caso de la Oficina de Empresas Municipales dijo que no solo carecen de termómetros, sino que a los empleados no se les ha provisto del plan de prevención y seguridad por el coronavirus.
Desde que se tiene conocimiento de la pandemia, solo tres empleados del Gobierno Municipal de Ponce han contraído la enfermedad. Ese personal logró superar el contagio y está de regreso a sus labores, respondió Rivera.
El Plan de Prevención y Control de Exposición al COVID-19 sugiere los controles para evitar los riesgos a exposición de contagio en las áreas de trabajo. Esos controles de ingeniería incluyen la instalación de filtros de aire de alta eficiencia, aumento de los índices de ventilación en el ambiente de trabajo, colocación de barreras físicas, como cubiertas protectoras plásticas transparentes contra estornudos, marcadores en el piso para delimitar el espacio entre personas y un sistema de citas para evitar aglomeraciones de visitantes.
En cuanto a controles administrativos, el plan adoptado ordena sustituir o minimizar el contacto entre los trabajadores y clientes mediante comunicaciones virtuales o el trabajo a distancia, según la realidad de cada agencia municipal.
Puso en vigor días alternos en turnos de trabajo para reducir el número de empleados en una instalación manteniendo el distanciamiento social. “Muchas de las oficinas, las que atienden público, están trabajando por citas y cuando llega el día de la cita (se cumple) el protocolo de seguridad”, indicó la líder de la unión.
