Estudios para evaluar el tracto digestivo
Periódico El Sol de Puerto Rico
Por: Dr. Reinaldo Ramírez Amill
¿Problemas en la tubería? Es la pregunta, que, como analogía, utilizo comúnmente con mis pacientes. Con ello procuro describir el sistema digestivo, como una tubería, que se extiende desde la boca hasta el ano.
Anatómica y funcionalmente hablando, esta tubería se divide en varios segmentos, entre los que están el esófago, estomago, intestino delgado y colon. Por supuesto, hay otros órganos, como el hígado, páncreas, y vesícula que, aunque no forman parte integral de esta tubería juegan, también, un rol importantísimo en el proceso de digestión.
Los problemas en el tracto gastrointestinal pueden ocurrir por distintas razones. Por ejemplo, hay desordenes inflamatorios, de motilidad, de origen autoinmunes, entre otros. Irrespectivamente de las causas, cualquier problema en esta tubería, o de los órganos adyacentes, puede tener consecuencias nefastas a corto y largo plazo en nuestra salud, en cuyos casos, para poder dar un tratamiento hay que diagnosticar a base de un buen historial y examen físico y una batería de exámenes médicos específicos, de las que hablaremos a continuación.
Una de nuestras mayores herramientas en este algoritmo diagnóstico es la esofagogastroduodenoscopia (EGD) o endoscopia. La EGD es el estudio por elección para visualizar el tracto gastrointestinal alto. A través de este podemos realizar distintas intervenciones mínimamente invasivas, pero con un alto valor diagnóstico y terapéutico, como lo son la toma de biopsias, conseguir hemostasis en lesiones que estén sangrando, la colocación del tubo de alimentación, conocido como PEG (percutaneous endoscopic gastrostomy-por sus siglas en inglés), entre otros. Por otro lado, para evaluar el tracto gastrointestinal bajo, utilizamos la colonoscopia. Este estudio consiste en insertar un tubo flexible por el ano que permite ver el intestino grueso, y la última porción del intestino delgado. Aunque juega un rol protagónico en el cernimiento de cáncer colorrectal y remoción de pólipos, sus aplicaciones y usos van mucho más allá.
Ahora hablemos sobre la capsula endoscópica, que consiste en tragar una capsula que contiene una cámara, permitiéndonos tomar fotos del tracto digestivo y se utiliza cuando se sospecha alguna patología del intestino delgado. En adición, tenemos el ultrasonido endoscópico (EUS por sus siglas en inglés) y la colangiopancreatografía retrógrada endoscópica (ERCP-por sus siglas en ingles). Estos últimos son estudios ya más especializados, pero que tienen su rol en el manejo de quistes de páncreas, lesiones en ductos biliares y lesiones submucosales, entre otros. Por último, hablamos un poco sobre la paracentesis. Este es un procedimiento que se utiliza para extraer líquido de la cavidad abdominal.
Bueno, la realidad es que dialogar sobre todos y cada una de estas modalidades diagnosticas nos tomaría mucho más espacio y tiempo. El mensaje primordial es que, sí, los estudios que hacen los gastroenterólogos tienen nombres bastante particulares y son la armadura que se utiliza con fines diagnósticos, permitiéndonos detectar, además cualquier anomalía para encaminar las posibilidades terapéuticas a tiempo. ¿Cree que tener algún problema en la tubería? Consulte con su gastroenterólogo. Recuerde que la prevención salva vidas.
El autor es medico gastroenterólogo con práctica en Ponce y Yauco