Doctor, ¡me duelen y se me duermen demasiado las manos!

Por Dr. José Antonio Maíz Dedós, DC, MED, CKTP Quiropráctica y Medicina Deportiva

27 de julio de 2021 – ¿Te ha sucedido que intentas destapar algún recipiente y se te dificulta? ¿Intentas sostener una taza llena de café y sientes que no puedes? ¿Por alguna razón sientes entumecimiento, cosquilleo o ardor en las manos y en los dedos? Si la respuesta fue afirmativa a estas preguntas entonces posiblemente estés padeciendo del síndrome del túnel carpiano.

El síndrome del túnel carpiano es una condición que se presenta cuando el nervio mediano es pinchado o comprimido en la zona de la muñeca. Este nervio es responsable de proporcionar el control de la musculatura alrededor de la base del dedo pulgar. También es responsable de proveer sensibilidad y movimiento a los primeros cuatro dedos de la mano.

El túnel carpiano es un conducto estrecho en la región de la muñeca formado por los huesos de la base de la mano y el ligamento transverso del carpo. Esta estructura contiene y protege el nervio mediano y los tendones que permiten la flexión de la muñeca.  

Cualquier causa que reduzca el espacio del túnel carpiano o que aumente la presión del mismo dará inicio a esta patología. Es por eso que existe una gran variedad de factores de riesgo:

  1. El uso repetitivo de la mano y la muñeca durante tiempo prolongado. Esto afecta los tendones flexores de la muñeca produciendo inflamación y eventual presión sobre el nervio mediano. Mayormente visto en trabajos de oficina, personal de limpieza y mantenimiento, sastres, cocineros, músicos, “gamers” y empleados de construcción.
  2. El componente hereditario. En términos anatómicos hay personas en los que el espacio del túnel carpiano es más pequeño que en otras. Esto cambia el espacio disponible para el nervio. De hecho, este tipo de afección es más común en mujeres pues anatómicamente se ha encontrado que la región del túnel carpiano es más pequeño en estas.
  3. Traumatismos que produzcan fracturas o dislocaciones de la muñeca y el desarrollo de una osteoartritis avanzada que provoque la deformación de los huesos podrían alterar el espacio del túnel carpiano.
  4. Condición inflamatoria autoinmune como la artritis reumatoide puede provocar expansión sinovial, laxitud de ligamentos (aflojamiento) y erosión de los huesos en la articulación de la muñeca aumentando la presión intracarpal y afectando el nervio mediano.
  5. La retención de líquido en el cuerpo a consecuencia de la obesidad, el embarazo, la menopausia, insuficiencia renal y cardiaca, hipotiroidismo o el uso de ciertos medicamentos (anticonceptivos orales, antiinflamatorios o para la presión elevada). La retención de líquido inflama los tejidos ejerciendo presión sobre el nervio periferal mediano.
  6. Diabetes: esta podría aumentar la producción de colágeno en los tejidos conectivos y en consecuencia, el engrosamiento y la rigidez de los flexores de la muñeca comprimiendo el nervio mediano. Niveles de azúcar descontrolados (neuropatía diabética) podrían aumentar la susceptibilidad del nervio mediano a cualquier daño compresivo.
  7. En el ambiente deportivo es más común verlo en ciclistas debido a la presión mantenida de la muñeca sobre el manubrio. También es común en deportes de raqueta y el golf por la presión sobre el mango de los implementos y los movimientos repetitivos de la muñeca. Jugadores de balonmano, gimnastas y practicantes de halterofilia pueden desarrollar la condición debido al sobreuso de los flexores de la muñeca durante la ejecución de las diferentes destrezas deportivas.

El síndrome del túnel carpiano comienza de forma lenta e intermitente. Los síntomas tienden a predominar en las mañanas al despertar y en las noches. La condición se manifiesta con entumecimiento, hormigueo, dolor y ardor en la muñeca y en la mano. Pueden también experimentarse sensaciones similares a espasmos. En ocasiones los síntomas pueden extenderse hacia el antebrazo y hombro. Una vez los síntomas progresan se puede notar pérdida de sensibilidad, debilidad y torpeza de la mano dificultando así los movimientos de esta.

Inicialmente se debe descartar que esta condición sea producto de otra patología tratable que esté produciendo inflamación en la región (condición autoinmune, condición sistémica, problemas hormonales, uso de ciertos medicamentos, entre otras). Tratando las mismas seguramente desaparecerán los síntomas.

Tratamiento conservativo a través de la modificación de actividades manuales que provocan la compresión del nervio y el uso de adaptaciones ergonómicas (teclados especiales, soportes de muñeca, buen diseño de herramientas) en los entornos de trabajo debe ser la primera línea de ataque. Otra adaptación es la utilización de soporte ortopédico (férulas) durante la noche. Esto con el propósito de mantener la muñeca en posición neutra evitando la flexión de la misma al dormir y a su vez la presión sobre el nervio mediano.

En el aspecto deportivo, la preparación de un entrenamiento con cargas de trabajo y descansos adecuados evitará el sobreuso de la región de la muñeca. Es importante evaluar la ejecución de las técnicas deportivas específicas pues errores en estas podrían sobrecargar los músculos flexores de la muñeca. Es esencial utilizar los implementos adecuados de acuerdo al deporte, especialidad y evento para un funcionamiento óptimo de la muñeca.

La realización de ejercicios de fortalecimiento y estiramiento de los músculos del antebrazo y la mano ayudarán a reducir los síntomas y mejorar el movimiento. Ejercicios de movilización neural permitirán que el nervio se mueva con más libertad ayudando a aliviar los síntomas y mejorar su funcionalidad.

Suplementación nutricional a través de la ingesta de Complejo B servirá como analgésico contra los dolores neuropáticos. Siempre es importante una adecuada ingesta de agua para mantener un buen funcionamiento de las células regenerativas y acelerar así el proceso de recuperación.

Los ajustes quiroprácticos en la muñeca servirán para aliviar la presión del nervio mediano comprimido en el túnel carpiano. Además, ayudará a aumentar el rango de movimiento de la muñeca mejorando su funcionalidad. La ejecución de un programa de rehabilitación física será esencial para ayudar a aliviar los síntomas de dolor y reducir la inflamación. También controlará y suavizará la formación de adhesiones que en muchas ocasiones contribuyen al entrampamiento del nervio. Este proceso promoverá una óptima regeneración de las regiones envueltas y fortalecerá las mismas para evitar futuras recurrencias.

Esta patología es un proceso gradual que empeorará con el pasar del tiempo de no ser diagnosticado y tratado. Con un tratamiento temprano es posible detener o demorar su evolución. Una vez esta avanza y existe pérdida grave de sensibilidad o pérdida de músculo (atrofia) alrededor de la base del dedo pulgar, la recuperación será más dificultosa. En caso de que el tratamiento conservativo no funcione o que esta afección lleve demasiado tiempo sin atenderse, la recuperación total quizá sea imposible y la cirugía podría ser una realidad.   

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