Vicepresidente del PNP posible retador en Guayanilla
Por Agustín Muñoz
El Sol de Puerto Rico
El Partido Nuevo Progresista (PNP) aparentemente no tendrá primarias para la alcaldía de Guayanilla y, al parecer, el legislador municipal Raúl Rivera será el rival del actual incumbente popular, Nelson Torres Yordán, en noviembre de 2020. La apariencia surge de las expresiones del presidente local del PNP, Héctor Rodríguez, quien aún no decide si buscará enfrentarse nuevamente a Torres Yordán o busca otro rumbo de cara a las elecciones del año entrante.
“Yo anuncio lo que voy a hacer en diciembre y estoy en un proceso dejando el espacio a los que quieran dar el paso que lo den y analizando alternativas que no se limitan a Guayanilla y tampoco se limitan a no correr a ninguna”, declaró Rodríguez a El Sol de Puerto Rico. Su disponibilidad o no a continuar activo en la política partidista la anunciará, posiblemente, en Navidad, dijo.
Rivera, quien es director de escuela rural y vicepresidente del comité municipal, anunció su aspiración, pero aún no ha presentado su candidatura oficial ante los organismos de su partido. Tiene hasta el 31 de diciembre. Además, afirmó que Rodríguez lo respalda.
Sin embargo, sobre ese respaldo, Rodríguez replicó con un “bueno, bueno, bueno, él es un excelente muchacho, pero no he decidido qué ruta voy a tomar”. Al parecer, el presidente de los penepés de Guayanilla no está complacido con el anuncio de Rivera al manifestar que “si él hubiera coordinado conmigo muy probablemente, en vez anunciar que aspiraría, pudiera estar juramentando la presidencia del partido, pero no fue así”.
No obstante, Rodríguez fue claro en que no será un obstáculo a la pretensión de su vicepresidente. Por su parte, el popular Torres Yordán aseguró que “Héctor me dijo a mí que él va a correr, me lo dijo en dos ocasiones”.
Rivera contestó que aún no tiene un plan de administración específico para Guayanilla, pero repitió que junto a su equipo de trabajo confeccionará un proyecto de gobierno que luego hará público. Sí indicó que posee un “estudio de necesidades” el cual se traducirá en su plan de trabajo e incluye las áreas de educación, deportes, salud, desarrollo económico y la rehabilitación de todas las carreteras de Guayanilla”. Destacó que su desempeño como director de la escuela Gloria Borrero del barrio Macaná y su vinculación con estudiantes y la comunidad es un factor que le está ayudando en la preparación del plan de gobierno.
El legislador municipal no cree que Torres Yordán sea difícil de derrotar. Declaró que Guayanilla bajo el actual alcalde del PPD “está en su peor momento” en todos los órdenes de desarrollo. Aludió al Centro de Diagnóstico y Tratamiento (CDT) sobre el que señaló que, con el traspaso de su administración a una empresa privada en vez de disminuir los gastos, los aumentó. “En vez de reducir gastos lo que hizo fue aumentar la nómina del municipio y los servicios de salud se han trastocado”, apuntó Rivera.
En respuesta, el alcalde desmintió a Rivera al decir que los recaudos provenientes del CDT van directamente al municipio y advirtió que “el mensaje de Raúl es que va a venir a botar empleados y desde ya les está hablando así”.
Rivera, por su lado, también criticó el estado de las vías públicas municipales y cuestionó el éxodo de estudiantes guayanillenses a otros distritos de la región de Yauco y Ponce. “El alcalde está enajenado de la realidad”, acusó.
Sobre los señalamientos de Rivera, Torres Yordán respondió que está enfocado en realizar su trabajo como alcalde y en preparación para la reconstrucción de Guayanilla. Dijo que tiene sometidos ante FEMA proyectos de obra municipal que totalizan $23 millones, además de la reclamación a los seguros por los daños del huracán María. Entre esos proyectos y reclamaciones figura la cancha Atahualpa Torres que espera modernizar y adecuarla a las exigencias actuales para jugar volibol.
El alcalde y candidato a la reelección por el PPD aseguró que, según sus encuestas internas, el 63 por ciento de los guayanillenses respalda su labor, mientras que el 16 por ciento no lo aprueba. El restante 22 por ciento de los censados le concede una “C” a su desempeño, según él.