Trump y Harris: cabeza a cabeza en elección en EU
Periódico El Sol de Puerto Rico / Por Agustín Muñoz
Las votaciones en Estados Unidos por la presidencia de ese país no muestra una ventaja holgada para ninguno de los principales contendientes en esa elección. Ni la demócrata Kamala Harris ni el republicano Donald Trump tienen ventajas suficientes para alcanzar los necesarios 270 votos electorales. De acuerdo con las diversas encuestas en los estados decisivos, ambos están prácticamente nivelados.
Los estados que pueden decidir quién será el beneficiario de la Casa Oval en la capital estadounidense son Arizona, Georgia, Michigan, Nevada, Carolina del Norte, Pensilvania y Wisconsin. Los estudios de opinión de medios y compañías reconocidas apuntan una variación de apenas un 2 por ciento entre Harris y Trump, dentro del margen de error de cada encuesta.
Como se escoge al presidente
Contrario a la adjudicación de votos directos en una elección general en Puerto Rico, en Estados Unidos se rige por el denominado Colegio Electoral que “consiste en la selección de los electores, la reunión de los electores donde ellos votan por presidente y vicepresidente, y el conteo de los votos electorales por el Congreso”. Radica en la suma de 538 electores por todos los estados.
Las elecciones presidenciales estadounidenses no se deciden por el voto directo de los inscritos para votar. Un candidato podría conquistar la votación del Colegio Electoral, pero perder el voto popular. Eso ocurrió tan reciente como en 2016 cuando Donald Trump superó a Hillary Clinton en los votos electorales, aunque Clinton obtuvo un mayor número de sufragios directos. En 2000 pasó igual entre el demócrata Al Gore y el republicano George Bush, hijo. Hubo tres experiencias similares en el siglo 19.
Si ningún candidato recibe la mayoría de los votos electorales, la elección pasa al Congreso. En la Cámara de Representantes se elige al ganador de la presidencia entre los tres candidatos principales que tengan más votos electorales; mientras en el Senado se vota por el vicepresidente entre los dos candidatos principales restantes, que tengan más votos electorales.
El Colegio Electoral
La Constitución de Estados Unidos establece que para lograr la presidencia un candidato debe obtener una mayoría de 270 votos electorales. La repartición de electores en cualquier estado debe ser igual al número de miembros de su delegación en el Congreso: uno por cada miembro de la Cámara de Representantes más dos por los senadores.
Cada aspirante para presidente tiene su propio grupo de electores en su estado. Estos son elegidos por el partido político del candidato, aunque leyes estatales varían en cómo los electores son escogidos y cuáles son sus responsabilidades. Con el voto por un candidato presidencial, el ciudadano a la misma vez está votando por los electores de ese aspirante.
Los partidos políticos de cada estado eligen su propia lista de posibles electores. Sin embargo, quién es elegido para participar como un elector, cómo se elige y cuándo se elige, varía según el estado. Generalmente, se proyecta al ganador la noche de las elecciones en noviembre, cuando termina el conteo de los votos de los ciudadanos. Pero la decisión final viene con los votos del Colegio Electoral, a mediados de diciembre cuando el Colegio Electoral se reúna en sus estados.
Para poder cambiar el sistema electoral actual se necesitará una enmienda a la Constitución de Estados Unidos.