Salvemos las joyas arquitectónicas de Ponce. #PonceSeRespeta
Por Dr. Luis Irizarry Pabón/Alcalde de Ponce
Ponce, PR (viernes, 1 de abril de 2022)- Recientemente, varios medios de comunicación reseñaban lo cuesta arriba que ha sido demoler estructuras afectadas por los terremotos del 7 de enero de 2020. Los que vivimos en el área sur entre los municipios afectados conocemos de primera mano lo complicado y engorroso que ha sido lidiar con las agencias federales y estatales para adelantar los trabajos de recuperación. Así las cosas, nos parece irónico que mientras FEMA y otras agencias federales arrastran los pies para cumplir con su responsabilidad, una agencia del gobierno de Estados Unidos se mueve a toda prisa para demoler un edificio histórico en el casco urbano de Ponce.
Mientras cientos de estructuras afectadas por los terremotos esperan reparación o demolición, el Servicio Postal de los Estados Unidos ha decidido demoler su sede en el casco histórico: la antigua estación Atocha. Esta edificación, construida en 1933, y su estilo art deco forman parte del patrimonio arquitectónico y cultural de la ciudad señorial. Desde el año pasado, este alcalde, la administración municipal y múltiples personas e instituciones ponceñas han expresado su oposición a que el edificio sea demolida. El Instituto de Cultura Puertorriqueña, la Oficina de Conservación Histórica de Puerto Rico, el Colegio de Arquitectos Paisajistas de Puerto Rico, la Escuela de Arquitectura Rafael Hernández Colón de Ponce, así como la Sociedad Puertorriqueña de Arquitectura Histórica, todos se oponen a la demolición.
Ubicada en la esquina entre las calles Atocha y Guadalupe, la estación Atocha fue la primera sede que el correo de los Estados Unidos estableció en Puerto Rico. Antes de ser usada por el correo, funcionaba como almacén y taller de los tranvías y trenes que recorrían las calles del casco ponceño. En 2001, el Congreso aprobó legislación para bautizar el edificio con el nombre del insigne exgobernador ponceño, Luis A. Ferré.
Hemos hecho gestiones ante el Congreso, la Oficina de la Comisionada Residente y el gobierno federal para evitar la demolición. También hemos solicitado la cooperación del gobierno estatal y de sus cabilderos en Washington, DC.
Mediante esta columna, le pido al pueblo puertorriqueño y en especial a mis compueblanos y hermanos de la región sur, que se unan a la campaña para salvar la estación Atocha, escribiendo o comunicándose con su legislador o congresistas si vive en la diáspora y copiando a la cuenta oficial del correo de Estados Unidos en las redes sociales (@USPS) usando el hashtag #PonceSeRespeta con un mensaje sobre la conservación de la Estación Atocha.
No nos cruzaremos de brazos. Nuestro equipo jurídico ya prepara recursos legales para evitar por todos los medios disponibles detener cualquier intento de demolición. Y me reitero en que estamos dispuestos a llegar hasta la desobediencia civil para evitar su destrucción. Seguiremos dando las batallas necesarias contra quien sea para defender el patrimonio edificado de Ponce. Y llevaremos el mensaje a donde sea
No vamos a descansar. ¡Ponce se respeta!
