Ponce alberga un Castillo único en Latinoamérica y el Caribe
“Una peculiaridad es que al estar en el castillo, tal parece que la familia acaba de salir o que la familia está presta a llegar, ¡Aquí hay vida!”,
expresiones de un visitante europeo.
Por: Solimar Caraballo Caraballo/ Periódico El Sol de Puerto Rico
Con una historia que se remonta a la década de los 1930 en donde la industria azucarera se encontraba en su esplendor, la majestuosa ciudad señorial alberga el Museo Castillo Serrallés, que más allá de ser meramente un Castillo, se ha convertido en un complejo, siendo este vital para la solidificación de la oferta turística de la zona.
Nos preguntamos, tal vez, por qué hablamos hoy, sobre la opulenta estructura que adorna la singular ciudad de la “Perla del Sur”, y es que tanto los ciudadanos locales como los de pueblos limítrofes desconocen detalles de gran valor sobre el mismo.
“Nosotros somos la cara de Ponce, pero esta institución es para Puerto Rico y el mundo”, sostuvo Luz Nilsa Valentín, administradora del Patronato Castillo Serrallés Inc.
Datos: Complejo Turístico
El Castillo Serrallés no pertenece a la familia Serrallés desde la década de los 90, aunque sí conserva su nombre. Este complejo es patrimonio del municipio y es administrado como Museo por el Patronato del Castillo Serrallés Inc., una organización sin fines de lucro que proviene del sector privado y que afirma estar especialmente comprometida con la cultura y el turismo ponceño.
Más que ser un museo, el visitante puede apreciar de primera mano el testimonio de una época y el desarrollo de la industria del azúcar y su principal derivado, el ron. Cuentan con una oferta que incluye el alquiler de sus facilidades, es decir de sus distintas terrazas, así como de un anfiteatro que cuenta con 152 butacas y el espacio suficiente para realizar obras o musicales.
“La gente busca un lugar donde tener una experiencia, y esto es un Castillo, esto es único y en Puerto Rico no hay otra cosa como esta. Y lo ves en sus elementos como lo son el clima tropical, el ambiente elegante, las flores y el espectáculo de las puestas de sol que cada día es cambiante y maravilloso”, agregó la administradora mientras llevaba por un recorrido a este medio.
La cruceta, la cual se impone 300 pies sobre el nivel del mar era un punto de comunicación en los 30. El vigía en ese entonces, era la persona que llevaba la comunicación, avisando con un “cuerno” qué barco había en puerto. Con esto los comerciantes sabían que debían dirigirse hasta el lugar de entrega para recoger sus productos. De la misma manera el pueblo se enteraba cuando llegaban barcos piratas. Hoy, es parte de los recorridos que datan la historia.
“Tenemos una historia extraordinaria que contar, al igual que se tiene en otros países como por ejemplo con la estatua de la libertad. Es nuestra historia y la gente la debe conocer, deben conocer nuestro patrimonio, y hacerse parte de ello”, enfatizó Valentín mientras narraba cómo el vigía era el principal medio de comunicación hasta finales de la década de la gran depresión en los años anteriores a la Segunda Guerra Mundial.
Cuentan además con un mariposario que fue logrado uniendo esfuerzos con instituciones como la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico y la Escuela Especializada en Ciencias y Matemáticas Thomas Armstrong Toro de Ponce. Siendo la función principal del mismo, una de carácter educativo.
El Patronato del Castillo expresó además que, tienen sus puertas abiertas a cualquier institución educativa para prestar su laboratorio y trabajar en conjunto.
“Aquí tenemos un laboratorio viviente, donde la teoría se lleva a la práctica, además de devolverle a la naturaleza parte de lo que nos da”, destacó Luz Nilsa Valentín.
Asimismo, Ponce es el único lugar en la isla que cuenta con un Jardín Japonés. Propiciando un espacio de meditación y tranquilidad. El mismo tiene una extensa variedad de plantas, bonsáis y puentes que pasan sobre pequeños lagos. Cabe señalar que, el lugar sirve de encuentro para que grupos puedan conectarse en reflexión, así como también para realizar actividades privadas.
Realidad y Crisis Económica
A pesar de que el complejo es joya arquitectónica e histórica para el país, es trascendental mencionar que la institución enfrenta una crisis económica, crisis que les imposibilita estar abiertos al público 6 días a la semana como lo fue en un pasado.
El complejo necesita la suma de 1.2 millones al año para poder operar y cubrir gastos de que incluyen: nómina, seguro de propiedad y colección, así como proyectos de mejoras.
En la actualidad, el Patronato del Castillo Serrallés Inc. recibe por parte del municipio 325 mil dólares anuales, y 100 mil dólares por parte de la destilería Serrallés pero no es suficiente para cumplir con el propósito turístico que simboliza dicho organismo, limitándose en estos momentos a operar, solo 4 días a la semana, de jueves a domingo.
Oferta del Castillo
Visitas guiadas por el complejo que incluye: Museo, Mariposario, Jardín Japones y Cruceta del Vigía entre los horarios de 9:00 a.m. a 5:00 p.m.
Servicio de coordinación de eventos especiales y corporativos. Los espacios para los mismos lo son las distintas terrazas: La Terraza Este y la Terraza Oeste tienen una capacidad máxima de personas de 500; El Patio Interior un máximo de 100; El Anfiteatro Félix Juan cuenta con 152 butacas; La Terraza Café Don Juan soporta un máximo de 50 invitados; El Jardín Japonés 120; Y finalmente, la Fuente Exterior tiene una capacidad máxima de hasta 100 personas.
Para lograr una mayor información sobre actividades próximas a celebrarse, recorridos para grupos y precios sobre distintos servicios se puede comunicar al 787-259-1774 0 787-259-1775.