La Nutrición y el Síndrome de Malabsorción
Por: Lcdo. Juan L. Cruz Colón, MA, RD, LND Nutricionista/Dietista
Al momento de ingerir los alimentos, la digestión y absorción de nutrientes por el tracto gastrointestinal (GI) requieren de una compleja interacción de funciones motoras, excretoras y digestivas. La complejidad de todos estos procesos nos explica por qué hay numerosos problemas y enfermedades que causan malabsorción. Es en el intestino delgado donde ocurre la mayor parte de la absorción de nutrientes, en especial, en el área proximal, donde ocurre un 50% de la absorción de los macronutrientes (proteínas, grasas, carbohidratos). Por consiguiente, procesos quirúrgicos, de peristalsis o inflamatorios promueven el desarrollo de malabsorción.
Nutriente malabsorbido | Síntomas comunes |
Grasas | Esteatorrea, anorexia, pérdida de peso, deficiencia de vitaminas liposolubles: A, D, E, K |
Proteínas y aminoácidos | Hipoalbuminemia, edema, osteoporosis, malnutrición |
Carbohidratos | Hipoglicemia, niveles de glucosa sin alteraciones |
Hierro | Anemia hipocrómica |
Vitamina D | Pérdida de calcio, hipocalcemia, osteomalacia, tetania, dolor, fracturas óseas |
Podemos definir la malabsorción como la incapacidad o problema del sistema GI para absorber los nutrientes provenientes de los alimentos: carbohidratos, grasas, proteínas, vitaminas o minerales. Algunas de las condiciones causante de este problema lo son: la enfermedad celiaca, enfermedad de Crohn, colitis, HIV/SIDA, intolerancia a lactosa, procesos infecciosos. Más allá de la terapia médica que se ofrezca, la nutrición juega un papel muy importante en el manejo de los pacientes con este problema. Es importante conocer qué tipo de síntomas muestra el paciente, en ocasiones se puede determinar el tipo de malabsorción que presenta:
Una evaluación de un profesional en nutrición y dietética puede ayudar al paciente con algún síndrome de malabsorción a evitar complicaciones que puedan promover malnutrición u otras complicaciones de salud. Dentro de las recomendaciones que se ofrecen :
- Consumir comidas pequeñas y frecuentes (5 – 6 diarias). Ayuda a evitar que sientas saciedad y pueda provocar gases o diarreas.
- Limitar aquellos alimentos que te ocasionan síntomas gastrointestinales, es especial alimentos altos en grasas, lactosa, irritantes: lácteos, embutidos, bebidas con cafeína, mantequilla, productos de repostería (panes, dulces), chocolate.
- Considerar suplementación para contrarrestar lo perdido durante episodios GI o por eliminar alimentos que provoquen síntomas. El uso de multivitaminas es común. También se utilizan aceites de cadena mediana (MCT, por sus siglas en inglés), para aquellos pacientes con malabsorción de grasas, ya que es de fácil absorción.
- Consumir alimentos que sirva para solidificar la excreta como avena, arroz, puré de manzana, guineo, cereal seco, pan. De esta manera, aumenta la absorción de nutrientes.
- Reemplazar líquidos y electrolitos con bebidas deportivas o Pedialyte®, si muestra múltiples episodios de diarreas.
- Mantener un récord de las comidas y síntomas después de comer, para de esta manera identificar alimentos que no son tolerables.
La dieta debe ser estrictamente balanceada, o sea, proveer las necesidades de calórica y nutricionales y a su vez garantizar que las proporciones de las comidas sean adecuadas y que se logre una buena absorción. El uso de suplementos nutricionales, vitamínicos y proteicos pueden ayudar a alcanzar las metas nutricionales esperadas. Nunca dudes en consultar con tu médico o dietista sobre el uso de los mismos. Un plan individualizado será la mejor herramienta para lograr un estado nutricional óptimo.
Referencias Bibliográficas:
- Keller J & Layer, P. (2014) The Pathophysiology of Malabsorption. Viszeralmedizin 30: 150-154.
- Rodríguez A & González T. (1994) Fundamentos fisiopatológicos de la dietoterapia del síndrome de malabsorción. Instituto de Gastroenterología: La Habana.
- Escott-Stump, S (2012). Nutrition and Diagnosis- Related Care. Lippincott, William & Wilkins: Philadelphia.