Por Agustín Muñoz/El Sol de Puerto Rico
¿Cuánta credibilidad tienen los medios informativos del país ante el anuncio de una posible situación catastrófica como un huracán? Para algunos, como el sociólogo y comentarista Gary Gutiérrez, todos los medios de comunicación “están perdiendo credibilidad” aunque establece que esa “credibilidad” depende del arraigo de unos y otros con el público.
Además, Gutiérrez opinó que la trivialización de la información a través de las redes sociales, como medio alterno, es un elemento aún más dañino para que la gente admita la seriedad del posible acontecimiento. Criticó el histerismo o excitación de algunos comunicadores y la posible manipulación de datos por las fuentes de donde emana la información.
“La mayoría de la gente no tenemos la instrucción o el conocimiento para entender gran parte de lo que nos dicen. Yo siento que por años me han manipulado diciéndome sobre todas estas catástrofes que después no vienen”, dijo el comentarista.
Alfonso Giménez Luchetti, gerente general de WPAB radio, concuerda con aquellos que tildan a los medios como “sensacionalistas y exagerados” en su modo de comunicar informes sobre posibles eventos calamitosos. “Tienen algo de razón. Hay muchos medios, especialmente los metropolitanos, que se prestan a eso”, expresó. Alegó que esos, particularmente los electrónicos, crean expectativas para captar atención y, por ende, justificar ventas.
“Si tu creas la expectativas de que va a pasar algo, la gente va a estar pendiente a lo que tu estas diciendo”, dijo y agregó que recientemente una emisora de la capital promovió con insistencia que al gobernador (Rosselló) lo iban a arrestar el 1 de septiembre por desobedecer a la Junta de Control Fiscal. Eso no ocurrió, pero amarró a su auditorio.
El radiodifusor ponceño reprochó la táctica de quienes “crean ansiedad a la gente para estar conectados” y lamentó que en Puerto Rico se haya convertido en una norma cuando se presentan situaciones como es la presencia de algún disturbio tropical. “Eso vende. Mira tú tienes a meteorólogos de verdad y a unos que no son pero se hacen pasar por meteorólogos que tienen agendas compradas porque hacen ‘tours’ y los auspicia una (marca) de salchicha, una batería, una compañía de flash lights o una compañía de seguros, pues a esa gente les conviene estar en eso”, apuntó Giménez Luchetti.
Por su parte, el periodista Alex David, Director de Redacción del semanario El Regional de Guayama, defendió el desempeño de los medios ante la reacción del pueblo cuando se difunde información sobre algo que le pude afectar.
“No es la información y la que se dé sino cómo reacciona la gente. Cuando se da una información la gente abre la boca, abre los ojos, se tapa la boca; reacciona según la información como la recibe y la procesa a su manera. Creo que los medios cumplen con su parte de dar a conocer lo que reciben y cumplir o intentar cumplir con el otro deber de preparar a la gente”, sostuvo.
Alex David coincidió con Giménez Luchetti sobre los medios que popularizan las situaciones catastróficas para sacarle algún rédito. Añadió que dentro del contexto de la información puede haber un intento de venta, “pero una tormenta sigue siendo una tormenta”.
Para Gutiérrez, la pérdida de confianza en los medios de información contrasta con el llamado “clima de opinión” que, según estudiosos, “actúa como un fenómeno de contagio” por lo que dice el vecino o la persona respetable del barrio o la iglesia, entre otros.
Para el sicólogo Arturo Torres, “en el mundo de la posverdad literalmente cualquier idea puede dar paso a un discurso válido sobre lo que ocurre en la realidad, siempre y cuando los altavoces por los que se transmite sean lo suficientemente potentes. Saber si es verdadera o no, está de más”.
Se dice del concepto ‘posverdad’ como aquello que “describe una situación en la cual, a la hora de crear y modelar opinión pública, los hechos objetivos tienen menos influencia que las apelaciones a las emociones y a las creencias personales”.
