Igor reclama al gobierno más fondos para deportes
Inter News Service
Por Nelson del Castillo
Cayey, 4 de agosto de 2022 (INS).- Arropado por el éxito que cosecha como dirigente del béisbol Doble A, luego de llevar en 2021 a los Grises de Humacao a su primer campeonato en 70 años, y de conducir en la actual temporada a los Toritos de Cayey al Carnaval de Campeones la serie Semi Final, Juan Igor González reclama mayor inversión del gobierno para desarrollar el deporte como un aspecto esencial de la mano de la educación.
“El deporte es vida y salud de un pueblo; no podemos permitir que el problema llegue a los escritorios, vamos a la raíz del problema, vamos a la esquina, incentivemos y vamos a becar a estos jóvenes que tienen habilidad en el deporte que sea”, expresó González a la agencia Inter News Service (INS) en una entrevista especial para el periódico El Sol de Puerto Rico.
El otrora estrella del béisbol de las Ligas Mayores de Estados Unidos confiesa que “uno se prueba cuando hay retos”, por lo que exhortó a “los deportistas de nuestro país, que ya estamos retirados, (a levantar) la voz, porque la juventud nos necesita”.
Refirió que el Departamento de Recreación y Deportes (DRD) es la agencia que menos dinero tiene en el gobierno puertorriqueño, lo que hace cuesta arriba la labor de su titular, ya que “se queda con migajas” para cumplir con sus responsabilidades ministeriales.
Igor González planteó de modo contundente que “la educación y el deporte van de la mano”, pero que mientras el Departamento de Educación maneja $3 mil millones en presupuesto, Recreación apenas tiene $30 millones, “con los que hay que pagar combustible y un montón de cosas; “el Secretario se queda con migajas”.
“¿El gobierno le está prestando atención al deporte?”, preguntamos.
“Absolutamente, no. En un país el deporte es vida, la educación, la salud y la seguridad tienen que ser las prioridades. En un hemiciclo donde se hacen las leyes hay mentes absurdas que todavía dicen que invertir en el deporte es mala inversión, no deben estar ahí”, manifestó.
El dirigente de los Toritos de Cayey, a los que ha otorgado un nuevo aire en esta temporada, sostiene que “Deportes es la agencia que menos presupuesto tiene en el gobierno de Puerto Rico, (porque) no se le da prioridad. Por eso, cuando los veo (a los legisladores) con mucho respeto le pregunto ¿dónde están los chavos del deporte? Se ponen nerviosos y no me saben contestar”.
“La educación y el deporte vienen de la mano. No podemos ver los ejemplos fructíferos, aquí vemos los ejemplos que no sirven y ese es el problema que tenemos”, dijo.
UN APASIONADO DEL BÉISBOL
Aunque Juan Igor González es un apasionado del béisbol, asumir la dirección del equipo de Cayey “para mí es un reto, un equipo de tradición en este béisbol Doble A con una fanaticada super exigente; mucha gente me llamaba y me decía: ‘Mira, no vayas para allá que esa fanaticada…’, a mí me gustan los retos, así es que se prueba uno, cuando hay retos. Y acepté el reto”.
“Lo primero que le dije al equipo en un mitin corto fue: vamos a abrirles las puertas a Dios. Dios sobre todas las cosas”, expuso el ex guardabosques de los Rangers de Texas, quien hace galas de su devoción religiosa.
En ese momento, Igor González advirtió a los peloteros de los Toritos de Cayey, que no había que “tocar el botón del pánico cuando son 16 partidos (de la serie regular) y solamente van dos con un equipo tan bueno como este”.
“A mi entender, es el equipo más completo en Puerto Rico y aquí hay muchos buenos atletas. Como equipo colectivo es cruzar esas líneas, jugar duro y divertirse. Solamente se hizo un cambio: el tercer bate lo subí a segundo y el quinto bate lo subí a tercero”, detalló a la agencia INS mientras se preparaba para un partido.
Describió a los aficionados de los Toritos de Cayey como “fiel y exigente, la comparo con la de los Yankees (de Nueva York), son buenos fanáticos”.
Detalló que el segundo bate, “un zurdo con mucho contacto y buen bateador, el tercer bate que está hoy era el quinto, que protegía Kevin Luciano, que era el hombre de poder, pero el quinto bate no era hombre de poder, ¿a quién le va a pitchear? Yo le voy a pitchear al quinto que 95% o más de que no me va a dar un cuadrangular más rápido que el cuarto bate y eso fueron los dos cambios que se hicieron en line up. Hasta el sol de hoy”.
“Este equipo es una familia. Aquí todo el mundo rema para el mismo lado, no hay cabida para malas actitudes. La cabida aquí es para buenas actitudes, jugar duro y hacer lo que sea por el bien del equipo. Eso me ha dado resultados. Yo solo le pido a ellos que jueguen duro, den el máximo no traten de hacer más de lo que pueden, no hay control de victorias ni derrotas”, resumió Igor González.
HUMACAO “LA CENICIENTA” DE LA DOBLE A
Para Igor González, los Grises de Humacao es un equipo “Cinderella”, que viene a ganar sin nadie y todo el mundo lo catalogaba sin ninguna opción. Para mí, de 43 equipos que existen en la Liga, Humacao era como el 35. “¿Qué pasa? hay que ser claro con las cosas de Dios. Dios habla, Dios promete, Dios cumple. Fue en el nombre de Dios; por dos ocasiones corridas Dios me mandó a Humacao: el Señor se manifiesta, son cosas misteriosas. A través de él dice: grandes cosas haré yo con este equipo y ustedes”.
Cuando en un equipo el pitcheo se mantiene consistente y la defensa coge la bola, le gana el bateo. Ahora mismo, en este equipo (Toritos de Cayey) el pitcheo y la defensa es inmensa y han podido sacar los partidos que hemos ganado, (en el carnaval de campeones) que son cuatro, a los números uno de cada equipo, a los mejores pitcher.
“En Humacao yo me mantuve ahí y siempre decía que había que conseguirse un lanzador y un bateador más para ayudarlo porque el equipo no bateaba, cero ofensiva. Cuando llegamos a las finales el equipo se desbordó bateando. Me decían que ahí pasaban cosas sobre naturales y yo le respondía, claro que sí, porque cuando Dios se manifiesta y hace esto grandes cosas van a pasar”, ratificó.
González admitió que “yo me voy de Humacao porque soy un hombre de palabra y uno se sostiene, aunque el resultado sea adverso, la gerencia no cumplió su palabra y yo preferí marcharme. La gerencia dijo que lo mejor que le pudo haber sucedido a ese equipo era que yo me fuera, y me fui con la frente en alto”.
Destaca que “lo más triste es que en siete décadas nunca se le hizo una fiesta, todavía no saben que ellos ganaron. El tiempo me ha dado la razón.”