¡Hasta luego, Reinaldo Millán Quiñones!

Cuando la tristeza se comparte, el dolor es menos intenso

Por Agustin Muñoz/El Sol de Puerto Rico

El Papa Francisco ha dicho sobre la muerte que es “una experiencia que afecta a todas las familias, sin excepción alguna” puesto que “es parte de la vida”.  Más adelante, el líder de la Iglesia Católica expresó que “no se debe negar el derecho al llanto, tenemos que llorar en el luto, también Jesús ‘rompió a llorar’ y se ‘turbó profundamente’ por el grave luto de una familia que amaba”.

La familia del periodismo puertorriqueño comparte el duelo por el deceso de uno “de los nuestros”: Reinaldo Millán Quiñones, residente en Guayanilla, pero yaucanode nacimiento. Padeció de leucemia.

En el lecho de enfermo y antes de, el 26 de febrero, agradeció por “su solidaridad a los miembros de la Asociación de Periodistas de Puerto Rico (ASPPRO), y a la redacción de los medios de comunicación para los que he laborado o colaborado. WPAB, WPUC, WKAQ, WAPA, WLEO, WRAI, Impulso Deportivo, UPI, EFE, INS, Primera Hora, Indice, Suroeste, Claridad, The San Juan Star, La Perla del Sur, y El Regional de Guayama. Muy agradecido por la solidaridad de cada compañero de redacción”.

Como quien sospecha, el 25 de febrero, reflexionó con su “Tablero de ajedrez” y dejó escrito: 

“Me parece a mí

Que la vida es una carrera

De sentimientos que rugen

Como un cordero en el desierto.

Me parece a mí

Esa sangre es la bebida

De la vida que pertenece a la

Universo de nuestro cuerpo y mente.

Me parece a mí

Que cada paso que Dios marca para nosotros

Es un mapa para nuestros corazones y almas

En un gran juego de ajedrez de múltiples opciones.

Me parece a mí

Que la vida es un nuevo deporte creado

Cada día con el fin de jugar el juego de Dios

En un tablero de ajedrez de piezas reales y reglas.

Me parece a mí”.

Ya, el 27 de febrero, recreó en su “Diario nocturno” un recorrido por la belleza. Esto fue lo que nos compartió: 

“Se me ocurrió una tarde 

Caminar por la playa 

Para llegar a un bosque 

De árboles enormes 

Que al subir sus ramas 

Me llevaran al infinito.

Otra tarde decidí nadar

Sobre la arena cristalina 

De los ojos de la noche

Y el silencio del misterio 

En la galaxia de miradas

Eternas que se mezclaban.

Una noche esperé la mañana 

Para volcarme de atardeceres 

Sobre el ombligo del mediodía 

Sin que nadie lo sepa nunca

Ni los diarios de la comarca

Reseñen lo acontecido ese día”.

Ya, el 2 de marzo, en una etapa que parecía más cercana al paso hacia lo eterno nos dejó en “Brevedad” lo que reflexionaba sobre la existencia terrenal. 

“Es breve la vida 

Incluso para quien 

Cumple cien años.

Es breve el espacio

También para quien 

Posee un océano.

Es breve la soledad 

De quien camina 

Entre el bullicio.

Es perenne el amor

Para el que cultiva 

La amistad y el abrazo”.

El periódico El Sol de Puerto Rico se toma de la mano con los demás medios de la prensa puertorriqueña en solidaridad tras la partida física de Rei Millán Quiñones. Que descanse en paz.

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