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¡Este año es el que es!

¡Este año es el que es!

Por Reinaldo Ramírez Amil, MD
Especial para El Sol de Puerto Rico

Cada año nuevo trae consigo nuevas expectativas de cambio, de mejoría. Nuevas resoluciones, nuevas metas, en fin, un año nuevo nos provee simbólicamente otra oportunidad para emprender y alcanzar. Una de las resoluciones más populares en estos comienzos de año es la de comer más saludable y hacer ejercicios.

El objetivo de estas intervenciones puede ser uno estético, y es uno muy válido. Pero mucho más importante aún, es el estar y sentirse saludable. Tal fue el caso de Víctor, joven adulto recién diagnosticado con prediabetes. Víctor, al son de eliminar el consumo de refrescos, evitó llegar a sufrir de diabetes y sus nefastas complicaciones.

Por otro lado, está el caso de Ana, recién diagnosticada con hígado graso después de presentar con enzimas del hígado elevadas en unos laboratorios de rutina. Ana, preocupada por las consecuencias que podía tener esta condición en su salud, comenzó a ir a la pista de su comunidad a caminar al menos 3 veces en semana. En unos meses sus laboratorios mejoraron. A ese ritmo, Ana muy posiblemente evitó una potencial cirrosis hepática en el futuro.

Son estos pequeños y a veces triviales ajustes los que se traducen en enormes resultados a la larga.

Estos dos escenarios son hipotéticos, pero muy representativos de lo que vemos a diario en la práctica médica. Y como las historias de Víctor y Ana, hay cientos de historias más.

Además de las consecuencias directas que pueda tener en nuestra salud física, como disminuir el riesgo de infarto al corazón, diabetes, obesidad, síndrome metabólico, hígado graso, entre otros, comer saludable y la actividad física tienen enormes beneficios en nuestra salud mental.

El ejercicio, por ejemplo, libera endorfinas, que se asocian a esa sensación de sentirme bien. En adición, está bien documentado en la literatura médica, que la actividad física puede mejorar los estados de ansiedad y depresión, y nos ayuda con la memoria, la agilidad mental e incluso con la autoestima.

Asociaciones similares se han hecho con respecto a la dieta. Existe evidencia que una dieta pobre puede empeorar trastornos del estado de ánimo, como la ansiedad y la depresión.

Cuando se trata de mejorar nuestro estilo de vida con el fin de estar más saludable, ya sea porque el doctor nos lo recomendó, o porque queremos ver crecer a los nietos o simplemente porque si, no hay una píldora ni una varita mágica que nos ayude a alcanzar estas metas en tiempo récord.

Los cambios en estilos de vida que se traduzcan en resultados duraderos requieren de un compromiso real atado a perseverancia y paciencia. Dicen que cuando se trata de emprender cambios en nuestro estilo de vida, lo difícil es comenzar. Nada más cierto que esto.

Establecer nuevas rutinas y atentar contra la comodidad, lo establecido y lo que posiblemente ha sido lo “normal” por años, es un acto que requiere de valentía, tiempo, planificación, y apoyo de los que nos rodean. Una vez estas “barreras” puedan atenderse, las recompensas a corto y largo plazo de estos actos se traducirán en resultados invaluables.

El 2023 apenas comienza. ¡Hagamos de este nuestro año! Démosle forma a nuestras metas y a nuestras resoluciones un día a la vez. ¡Tomemos acción y empoderémonos de nuestra vida! Por usted, por los suyos.

Como dicen algunos: “El mejor momento para comenzar fue ayer. El segundo mejor momento es ahora.”

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