Cuestionada la honestidad del gobernador

“Al gobernador lo cogieron”, dice líder evangélico

Por Agustín Muñoz / Periódico El Sol de Puerto Rico

Dos líderes religiosos puertorriqueños, uno católico y otro evangélico, se sumaron a la corriente de cuestionamientos sobre la actual crisis que sacude a la administración del gobernador Ricardo Rosselló Nevares con énfasis en el problema de aparente corrupción en los sistemas de educación y salud.

El sacerdote y doctor Fray Yamil Samalot Rivera, exdecano del Centro de Estudios de los Dominicos del Caribe (CEDOC), expuso que, desde la perspectiva cristiana, el poder es un don que solamente sirve para el servicio. Y agregó que el verdadero servicio es un acto de amor desinteresado que busca el bien de los demás. “El más mínimo movimiento en pro del bien propio sobre el bien común deshace totalmente el empeño del servicio y, por tanto, deslegitimiza el pode”, sostuvo Samalot Rivera, quien también es profesor de Literatura Comparada en la Universidad de Puerto Rico (UPR)

El religioso católico predicó que solo las autoridades judiciales podrán dar veredictos sobre culpabilidades en el sentido de servirse a sí mismo o, en el caso de un gobernante, de servir a su partido político por encima del bien del pueblo.

Sobre la responsabilidad vicaria que recae sobre el gobernador Rosselló Nevares ante los señalamientos a los exfuncionarios Julia Keleher (Educación) y Ángela Ávila (ASES), Samalot Rivera afirmó que “queda en la conciencia más profunda del Gobernador si durante su incumbencia ha usado, así sea el más mínimo segundo, para beneficiar a su partido a costas de la salud, la educación y demás bienes para el pueblo de Puerto Rico”.

“Solo él ante Dios y ante el pueblo por el que juró ser servidor, podrá discernir si trabaja honestamente para el adelanto de las necesidades de la población o si piensa en reelecciones, de beneficios a sus allegados y mecenas políticos”, advirtió el dirigente de la Orden de Predicadores (OP).

Por su parte, el doctor César Vázquez, portavoz de la organización Puerto Rico por la Familia (PRPF), dijo que la corrupción señalada abona a la falta de confianza del pueblo, del gobierno federal y de los inversionistas hacia el gobierno. En cuanto al divulgado chat y su contenido en la red Telegram, el líder evangélico destacó que “nos dice el menosprecio que él (Rosselló) siente por aquellos que difieren de él y pone de manifiesto un área de su carácter”. Indicó que son preocupantes los comentarios y la burla que pronunció Rosselló hacia sus compañeros del Partido Nuevo Progresista (PNP) y los funcionarios con quienes tiene que trabajar para gobernar a Puerto Rico.

Tildó de insultante el epíteto de “mamab..” hacia el presidente de la Cámara, Johnny Méndez. “Pienso que va a ser muy difícil quitar esa herida del presidente de la Cámara y obviamente generará desconfianza. Pienso que la gente ahora se cuestione si vale la pena ser leal así”, comentó el portavoz de PRPF.

“Todos los políticos funcionan de la misma manera y piensan igual, lo único que a éste (el gobernador) lo cogieron. Lo triste es que es el gobernador de Puerto Rico”, opinó.

Sobre la disculpa pública, Vázquez dijo que “no vi un acto de arrepentimiento, no vi el reconocimiento de que lo hizo mal y que tuvo un momento de introspección y que se dio cuenta que tenía que cambiar”.

De hecho, PRPF divulgó una carta en la que conmina a Rosselló a abandonar su cargo.

“Los recientes acontecimientos que implican serios señalamientos de corrupción y arrestos de figuras importantes de este gobierno, y los mensajes del chat donde el señor gobernador y un grupo de allegados utilizaron expresiones insultantes, violentas, misóginas y burlonas contra varias personas, han creado gran indignación, molestia y desasosiego en nuestro País”, dice la comunicación enviada por el pastor René Pereira, hijo, presidente de la organización.

Vázquez, contrario a otros dirigentes protestantes, no cree que la situación que sacude al gobernador Rosselló y a su administración responda a un castigo “por darle la espalda a Dios y engañar al sector religioso” con quien se comprometió durante la pasada campaña electoral.