Coronavirus: Sin cama ni pruebas para tanta gente

La profesora de epidemiología Cruz María Nazario explica las fallas al abordar la crisis del Covid-19.

Inter News Service/Periódico El Sol de PR

Por Leila A. Andreu Cuevas / Para InterNews Service

San Juan, 8 abr (INS).- La única arma real que tiene ahora Puerto Rico para evitar una catástrofe sanitaria por el nuevo coronavirus es la combinación de cuarentena, higiene y distanciamiento de las personas en vista de la falta de planificación y pruebas clínicas para el gobierno combatir la pandemia en las comunidades, opinó la profesora de epidemiología Cruz María Nazario.

El problema práctico fundamental, aparte de los riesgos letales de la enfermedad del Covid-19, son las pocas camas disponibles y equipos necesarios para una potencial avalancha de hospitalizaciones, además de la falta de datos que den una idea de cuál es la presencia del virus en las comunidades.

“Mi recomendación, lo que podemos hacer es lo que está en nuestro control, y vamos a poder contribuir de esa forma a limitar el número de personas contagiadas”, dijo la catedrática del Departamento de Bioestadística y Epidemiología de la Escuela Graduada de Salud Pública de la Universidad de Puerto Rico (UPR).

La doctora en epidemiología criticó el enfoque policiaco que ha tomado el gobierno para controlar la epidemia en vez de la educación para convencer a la población, no solo de las medidas médicas, sino también considerando nuestras realidades culturales y sociológicas.

Por eso, entiende que al equipo de trabajo médico o task force que maneja esta emergencia le faltan otros profesionales para mejorar sus estrategias.

El virus podría morir eventualmente si pasa su periodo de incubación y contagio, pero falta saber cuáles son los parámetros que está usando el gobierno para sus estadísticas y otros detalles que necesitan los epidemiólogos y bioestadísticos para hacer bien su trabajo, explicó la experta en el programa radial “Delvis Griselle y Compañía” (WIAC 740-AM).

Difícil estimar cuánto durará la emergencia

De las pruebas depende el poder estimar cuánto tiempo se extenderá esta situación, y otras informaciones que no se tiene ni se están divulgando, por lo que la catedrática Nazario enumeró una serie de asuntos que no se saben y medidas que deberían tomar las autoridades.

“Las pruebas solamente se le están haciendo a las personas que tienen síntomas y síntomas severos, porque como no hay pruebas, si la persona llega a la sala de emergencia, a menos que no tenga síntomas, no se va a hacer la prueba. Así que no vamos a conocer cuál es el número real de personas que puedan estar positivas en la comunidad”, comenzó detallando la experta.

El mejor ejemplo de la efectividad de hacer pruebas más generalizadas es lo que ha funcionado en otros países. “Corea (del Sur) identificó a todos los que fueran positivos y los puso en cuarentena. Aquellos que no tuvieran síntomas tenían que quedarse en su casa. Los que estuvieran enfermos iban al hospital. Ahora mismo nosotros no sabemos quién está positivo en la comunidad”.

Se podrían hacer aproximaciones o proyecciones del futuro de la epidemia en Puerto Rico, pero faltan datos. “Las proyecciones tienen que ver con los modelos que se están utilizando y yo no sé qué parámetros están utilizando”, dijo Nazario, quien continúa trabajando desde su casa para el Recinto de Ciencias Médicas.

La profesora entiende que lo más importante para Puerto Rico es saber qué es lo que está pasando. “Ahora mismo, el 20 por ciento de las pruebas que se han hecho todavía no tenían resultados, por lo que yo calculé hace unos días. Esto es parte de lo que a mí me gustaría conocer para entonces sentirme que sí estamos trabajando todos a la vez, todos en la misma dirección, para controlar la epidemia”.

“Nosotros como comunidad, nosotros como pueblo, nosotros como país, estamos cumpliendo con nuestra parte. No hay nada más que ver cómo la gente se ha quedado en sus casas, cómo las filas habían disminuido dramáticamente, personas con mucha responsabilidad tratando de hacer lo máximo para evitar propagar la enfermedad. Pero yo no me siento que conozco claramente qué está haciendo el gobierno para protegernos a nosotros”, dijo.

La comunicación del gobierno ha fallado en usar términos sencillos y dar detalles de lo que hacen. Nazario cree que “el vocabulario está mal. La gente lo que debe entender es qué es lo que está pasando en términos de Puerto Rico. Cuánta gente, cuál es la proporción de muertos, cuán preparados estamos en los hospitales”, en lugar de hablar de logaritmos en las gráficas del Departamento de Salud.

Sin subestimar la comprensión del pueblo, “las personas podrían entender muy bien cuál es el esfuerzo del gobierno si se da la información de lo que se está haciendo, no de lo que se está proyectando que se va a hacer”, opinó.

Por ejemplo, Nazario quisiera saber cuántas pruebas se realizan y confirman por día, cuál es el por ciento de personas que todavía está esperando respuesta a sus pruebas, cuántos días se están tardando, qué está pasando con los hospitales en Puerto Rico, “¿tienen la cantidad de materiales que necesitan para proteger a los médicos, enfermeras, trabajadores de la limpieza y los laboratorios? Esa es la información que nos haría sentir que el gobierno está trabajando para ayudarnos a combatir esta enfermedad”.

En lugar de dicha información, “se enfatiza en si no cumplimos con la cuarentena vamos a ser los responsables de que aumenten las muertes”, cuando se sabe que “las muertes están asociadas al diagnóstico temprano y al tratamiento adecuado. Eso es lo que explica la mortalidad, o la letalidad en este caso que tiene que ver con cuánta gente muere entre los que han sido clasificados como enfermos del Covid-19”.

Faltó planificación y estrategias

La doctora Nazario enumeró una serie de acciones efectivas que debió haber tomado el gobierno desde el inicio de la epidemia en China en enero, comenzando por contener el avance de la enfermedad controlando las entradas a la Isla desde Estados Unidos, el mayor origen de viajes a la Isla.

“Puerto Rico debíamos haber impuesto requisitos de entrada. No es suficiente una persona tomando la temperatura en el aeropuerto. Hay muchas formas de la gente bajarse la temperatura tomándose una Tylenol o una aspirina una hora antes de llegar al aeropuerto. Lo otro es que la temperatura, cuando usted la tiene, es una evidencia de algún problema de salud. El no tenerla no significa que no tiene el problema de salud. Lo que significa es que no ha demostrado tener la fiebre”. Por lo tanto, el primer punto en la estrategia debió ser que, sin importar de dónde viajaban las personas, había que ponerlas en cuarentena, “porque nuestros contagios no vinieron de China, vinieron de Estados Unidos”.

“El problema que tenemos es que las dificultades de tener pruebas para la comunidad empiezan de la falta de una planificación buena, de cómo evaluar las comunidades. Si se hiciera ese tipo de prueba podríamos saber que hay alguna gente que debe estar en cuarentena y otras personas no… Hemos convertido unas decisiones policiacas cuando deberían ser decisiones tomadas por parámetros de salud pública”, dijo la epidemióloga.

Lo segundo, dijo, hay que hacer pruebas a nivel comunitario para ver en la comunidad quién se ha contagiado y esas personas se pueden poner en cuarentena. Eso no se ha hecho. Lo que estamos haciendo es identificando personas con enfermedad y a esas personas enfermas hay que darle un buen seguimiento de con quién ha estado. Eso yo no sé si está ocurriendo porque el problema que tenemos es que no hay información.

Otros escollos que se pudieron evitar fue preparar el Hospital Regional de Bayamón con tiempo y preparar mejor a los hospitales. En días recientes había hospitales rechazando admitir pacientes con síntomas de Covid-19, lo cual es ilegal y Nazario lo atribuye en parte a la falta de información, que lleva a la gente a actuar con miedo.

Indefinida la cuarentena por ahora

La enfermedad en algún momento va a dejar de afectarnos si la población se mantiene en sus residencias durante los días de incubación, porque en algún momento las personas contagiadas dejan de ser infecciosas y contagiar a otras. La forma que en que esto opera es que, si el virus no tiene manera de propagarse dentro de la persona y a otras personas susceptibles, “eventualmente esa curva epidémica se va a aplanar y vamos a tener menos contagio. Posiblemente no desaparece. Posiblemente aparezcan otros puntos de aumento de casos, pero lo que queremos es evitar que la mayor cantidad de la población se enferme a la vez y tenga que recurrir a los hospitales que no están preparados para atenderlos”, dijo.

De lo contrario, si la gente no sabe que es positivo al virus y va a una fila aglomerada de personas sin protegerse, puede contagiar a los demás y sigue la epidemia de una nueva enfermedad altamente contagiosa y letal, de la cual los seres humanos no tenemos inmunidad, vacuna, y todavía se desconocen detalles importantes.

Los hospitales están limitados a aliviar los síntomas y tratar de prevenir complicaciones, pero si se les acaban las camas para hospitalizar enfermos más graves, son inevitables más muertes.

Puerto Rico tiene la ínfima cantidad de 0.003 camas por persona, estimó Nazario usando la cifra de 9,000 camas disponibles para casos de Covid-19 que ofreció la Asociación de Hospitales para 3 millones de habitantes. En comparación, Alemania tienen 8 camas por persona y una tasa de mortalidad de menos de 1%, mientras la de aquí es de 4%.

“Una persona que esté contagiada va a dejar de ser infeccioso o de contagiar a otros una vez que ese virus haya dejado de tener la capacidad de replicarse dentro del cuerpo. Por eso es la importancia de si una persona tiene síntomas, se quede en su casa y espere esos 14 a 21 días hasta que ya esa persona no infecte a otros, no contagia a otros. Esa es la importancia de nosotros mantenernos en cuarentena.”

Respuesta rápida de la Comunidad Arenas

Ante la falta de pruebas, la comunidad Arenas de Guánica, una de las más afectadas por los terremotos, se organizó para facilitar una cantidad de ellas a las personas más necesitadas. La prueba rápida que lograron gestionar a través del Laboratorio Toledo no es tan efectiva como la molecular (PCR), pero es más barata que la otra que toma más tiempo, requiere un equipo más sofisticado, y no está disponible con tanta facilidad.

El problema para replicar esa respuesta comunitaria en otras áreas de la Isla que, si el resultado de la prueba rápida es negativo, la persona puede pensar que no tiene la enfermedad. Por lo tanto, Nazario enfatizó que deben estar conscientes del potencial de “falsos negativos” y seguir las reglas para evitar el contagio y no confiarse.

Por lo demás, Nazario entiende que “los ciudadanos de Puerto Rico han sido excelentes en seguir las reglas. La gente está practicando la distancia física. No es distancia social. Es distancia física de seis pies”, según ha notado en los supermercados.

Lo que resta es lavarnos las manos cada vez que se pueda, limpiar las superficies, evitar ir a lugares con conglomeraciones de más de dos o tres personas porque usted no sabe quién en ese grupo tiene el virus y tampoco tenemos evidencia. INS

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