Consejos para proteger los oídos de la pirotecnia
Por: Anette Quiñones, MPH, OT/L
San Juan, Puerto Rico/ 3 de diciembre de 2024– La pirotecnia, tradicionalmente asociada con celebraciones y festividades, genera una sensación de asombro y alegría en muchas personas. Esta incluye una gama de artículos como petardos, bengalas, cohetes, fuegos artificiales y hasta cuartos de dinamita. Al ser de fácil acceso, puede ser común que en un vecindario pueda haber muchas familias con su posesión. Sin embargo, sus efectos sobre la salud auditiva, especialmente en niños y adultos, son motivo de preocupación desde el ámbito de la terapia ocupacional.
El ruido generado por los fuegos artificiales puede alcanzar niveles de intensidad extremadamente altos, en algunos casos superando los 120 decibelios (dB). Por ejemplo, una exposición a sonidos por encima de 85 dB durante largos periodos puede causar daños permanentes en la audición. Aquellos sonidos superiores a 120 dB pueden provocar una pérdida auditiva inmediata. Los fuegos artificiales, en particular, son capaces de generar ruidos cercanos o incluso por encima de estos niveles.
Cuando un niño o un adulto se expone repetidamente a estos sonidos, el oído interno, especialmente las células ciliadas del oído, puede sufrir daños. Estas células son responsables de la transmisión de las señales sonoras al cerebro. Si se dañan, la persona puede experimentar una pérdida auditiva parcial o total. Además, la exposición a ruidos fuertes de manera constante también puede generar tinnitus, una condición caracterizada por la percepción de zumbidos o pitidos en el oído, que puede ser persistente o temporal, dependiendo de la intensidad y duración de la exposición.
Efectos en niños y adultos
Los niños son especialmente vulnerables a los efectos de la pirotecnia debido a que su sistema auditivo aún está en desarrollo. El oído interno está más sensible a los sonidos fuertes, y una exposición prolongada o repentina a ruidos intensos puede causar daños irreversibles en su audición. Además, los niños pequeños pueden no ser capaces de identificar la intensidad del sonido o de distanciarse de la fuente del ruido, lo que aumenta el riesgo de daño.
Además del daño físico en el oído, el ruido de la pirotecnia puede tener efectos emocionales y psicológicos en los niños. El miedo y la ansiedad son respuestas comunes, y este temor puede asociarse con la pirotecnia durante años, afectando su bienestar emocional. Los niños con trastornos del espectro autista o con otros desórdenes en el procesamiento sensorial pueden experimentar una sobrecarga sensorial, lo que puede provocar estrés y malestar, dificultando su participación en las celebraciones.
Aunque los adultos son menos susceptibles que los niños a sufrir daños inmediatos debido a la exposición al ruido, pueden experimentar efectos negativos a largo plazo. La pérdida auditiva inducida por ruido (PAIR) es una condición que afecta a muchas personas que han estado expuestas a niveles elevados de ruido durante años, ya sea por trabajo o por la participación en eventos donde se usan fuegos artificiales. Incluso una sola exposición a un ruido extremadamente fuerte puede causar daño auditivo temporal, y la exposición repetida puede contribuir al deterioro de la audición a lo largo del tiempo.
En términos emocionales, los adultos también pueden experimentar estrés, irritabilidad y ansiedad debido a la sobrecarga sensorial causada por el ruido. En el caso de las personas con trastorno de estrés postraumático (TEPT), los recuerdos sensoriales como los sonidos o los olores pueden evocar recuerdos de trauma y causar que surjan síntomas en ciertos momentos. Por ejemplo, algunos veteranos de guerra pueden sentir pánico extremo cuando se encienden los fuegos artificiales porque les puede traer recuerdos de experiencias pasadas que alteran o afectan su estabilidad. En respuesta a esto, las personas con TEPT pueden aislarse aún más para evitar hallarse en un ambiente que está fuera de su control, así como sentir temor, ansiedad, tristeza o irritabilidad.
Desde la perspectiva de la terapia ocupacional, es fundamental abordar la pirotecnia no solo como un factor de riesgo para la audición, sino también en relación con sus efectos en el aspecto sensorial y emocional que puede tener en las personas. La terapia ocupacional ayuda a las personas a manejar los estímulos sensoriales de manera efectiva, promoviendo el bienestar general y la participación en las actividades diarias. También pueden ofrecer estrategias para manejar la sobrecarga sensorial, como el uso de protectores auditivos y la planificación de entornos más seguros para los niños y adultos sensibles al ruido.
Recomendaciones para la temporada navideña
Dada la popularidad de la pirotecnia durante la temporada navideña, es importante tomar medidas para reducir los riesgos asociados con su uso, especialmente para niños, adultos mayores y personas con sensibilidades sensoriales. A continuación, se presentan algunas recomendaciones:
- Se recomienda utilizar tapones o auriculares que bloquean el sonido.
- Si es inevitable estar cerca de la pirotecnia, trate de mantener una distancia segura de al menos 100 metros de la fuente del ruido. Los adultos deben supervisar a los niños y asegurarse de que no se acerquen demasiado a los fuegos artificiales.
- Optar por fuegos artificiales que produzcan menos ruido como, por ejemplo, los de luz o los que generan efectos visuales en lugar de explosiones fuertes. También se puede considerar adornos fluorescentes, pulseras y collares, globos, serpentinas o confeti, luces led en colores, fuegos artificiales sin ruidos
- Si vive en una zona donde el uso de pirotecnia es común durante las festividades, considere crear un espacio seguro en casa como una habitación con música suave o actividades tranquilas para evitar la sobrecarga sensorial. Se puede recurrir a identificar una habitación de la casa donde se escuche el ruido con menor intensidad.
- Si tiene un vecino o familiar enfermo, anciano o con alguna necesidad especial evite la pirotecnia. Se debe conocer y comprender los efectos nocivos que causa este pasatiempo que además es muy peligroso.
En estos días de compartir en familia todos tienen derecho a celebrar. Es importante mostrar compasión y comprensión, no se debe obligar a la persona a tomar parte en situaciones en las que pueda sentirse a disgusto o incómoda.
Para más información pueden visitar la página de Facebook @Colegio de Profesionales de Terapia Ocupacional de Puerto Rico.