Periódico El Sol de Puerto Rico / Por Yasinia Rodríguez
Ponce, PR / 26 de agosto de 2024 – El equipo Nacional de Puerto Rico en la categoría 15U logró hacer historia al obtener su primera medalla de plata en la Copa Mundial de Béisbol Sub 15. La hazaña se concretó el pasado domingo, cuando los jóvenes boricuas enfrentaron a Japón en la final, disputada en el Estadio Edgar Rentería de Barranquilla, Colombia. Aunque Puerto Rico mostró un excelente desempeño, no fue suficiente para superar a Japón, que se llevó la victoria con un marcador ajustado de 7-6. Los boricuas terminaron con record de 7 juegos ganos y dos derrotas, ambas frente a Japón.
Sin embargo, la celebración de esta histórica medalla tuvo un sabor agridulce para los jugadores y sus familias. Al bajarse del podio, los boricuas se vieron obligados a entregar sus uniformes, ya que pertenecen a la federación y no a los jugadores. Para los atletas y sus familias, esto representó un duro golpe, ya que consideran que la camisa que usaron en el torneo recoge cada gota de sacrificio en el terreno.
Jonathan Badillo, padre del estelar Anthony Badillo, defensor de la tercera base y segundo bate de la alineación boricua, expresó su inconformidad en exclusiva para Periódico El Sol. “La federación entiende que porque les dieron un jacket y una polito, con eso los están premiando, pero ellos son niños que luchan por hacer el equipo y tener su uniforme. Se premian por su medalla, pero su uniforme es importante. Cuando a un jugador de béisbol le entregan su uniforme, hasta duerme con él”, aseguró Badillo.
Aunque a los jóvenes les fueron costeados los gastos de viaje, hospedaje y comida, los padres asumieron los gastos de entrenamiento. Durante la preparación, recorrieron varios pueblos de la isla para prácticas y entrenamientos, un esfuerzo que ahora se siente minimizado al tener que devolver los uniformes. Según Badillo, en ocasiones anteriores con otras delegaciones ha ocurrido lo mismo, pero cree firmemente que estos jóvenes merecen quedarse con este ajuar que terminará colgado en la pared de sus hogares, junto a su merecida medalla.
