Comienzo del fin de los manipulados por los partidos tradicionales

Se levanta una nueva generación de votantes

Por Agustín Muñoz/Periódico El Sol de Puerto Rico

4 de noviembre de 2020 – No debe haber duda que el evento electoral del 2020 cumplió las expectativas de todos los sectores del país. Los azules y rojos tienen su representación, los partidos emergentes de igual manera. Cada cual en el lado que le corresponde para que, ojalá y así sea, se logren los consensos necesarios para enderezar una administración pública dominada por el poder económico, que desafortunadamente recibió la pleitesía del partido gobernante por los pasados cuatro años.

Hay votantes enojados porque no se cumplieron todas sus expectativas. Muy exigentes. Creyeron que la manifestación del Verano del 2019 iba a desaparecer, como por arte de magia, a los demagogos y aprovechados del dinero público; ese binomio de funcionarios gubernamentales y privados que muchos tildan de mafia. Así no es. Es un proceso que demora, pues las malas mañas están muy arraigadas en los inversionistas políticos. Tiene fuerza. No seamos impacientes. Dentro de cuatro años veremos otros escenarios si es que aprendimos la lección que nos dejó el mal gobierno de Rosselló y los suyos, aunque tendremos algunos “retazos” de ese gobierno dando candela por ahí.

El resultado electoral no debe confundir a nadie. Antes y después del Verano 19, hubo gritos de la necesidad de un cambio. Se logró. Hubo repartición de escaños en las dos ramas de gobierno en disputa. Eso era lo que se pedía. La pretensión de acabar con el bipartidismo se logró, pero falta más. Eso no se logra de golpe y porrrazo, pero se podrá eventualmente. San Juan, la capital; Guánica y la Legislatura electa, son ejemplos de ese inicio de resquebrajar el poder bipartidista.

Además, a nivel intrapartido tradicional el modo de operar fue objeto de cuestionamiento por sus partidarios. De otro modo, hubiesemos tenido a los mismos en las mismas posiciones, con el mismo resultado de otras elecciones. En el caso de los emergentes, el mensaje sugestivo fue “no se copien” de las artimañas de los penepés y populares. El pueblo estará atento a sus movimientos. Sumará y restará durante los próximos cuatro años.

La generación manipulada por los partidos tradicionales se extingue. Quizás dio sus últimos aletazos en el 2020. Todos los competidores en la contienda que recién terminó deben verse en el espejo del 3 de noviembre. Los que se gozan el triunfo real y moral y los que lamentan la derrota. Así, llegó el momento tan esperado. 

Durante la campaña electoral desfilaron anuncios de los candidatos que ofendieron la inteligencia del elector. No obstante, un sector de la población poco o no pensante, cayó en el embrujo de los efectos, sonidos y la chulería de las creaciones visuales. No hay una nación perfecta.

Llama la atención, el “temblor electoral” y el “huracán electoral” que sacudió a los pueblos de Guayanilla, Guánica, Utuado y Ponce. ¿Cargaron los alcaldes salientes con la culpa de la desatención del gobierno estatal ante los desastres naturales? ¿Quién tiene la respuesta?

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