Comienza a producirse carne cultivada en laboratorio y a precios competitivos con la carne tradicional, pero aún no está masivamente a la venta

Inter News Service

San Juan, 16 de febrero de 2022 – Future Meat, la empresa israelí que está comenzando a producir carne cultivada en laboratorio, asegura poder procesar ya carne “artificial” a nivel industrial. Con una ronda de financiación de 347 millones de dólares, la expectativa es rebajar los costos de una carne cuyo principal problema es el enorme precio que tiene producirla.

Utilizando tecnología propia que ellos denominan “proceso de rejuvenecimiento de los medios”, Future Meats tiene entre sus objetivos conseguir que la carne de laboratorio se sitúe en un precio similar al que tiene obtener la carne a través de la ganadería o cría de pollos tradicionales.

Todavía hay una clara diferencia de precios entre una y otra, pero lo que en el pasado era una diferencia abismal, está pasando a ser una diferencia relativamente salvable. Tanto como de costar 10 o 20 veces más, a costar aproximadamente el doble que la carne tradicional.

La técnica para crear carne de laboratorio consiste en extraer células de animales vivos y utilizar fermentadores de acero inoxidable para eliminar los desechos, mientras se alimenta a las células con nutrientes para que proliferen y se conviertan en tejidos y posteriormente en carne comestible.

Con este método la compañía asegura que se logra un rendimiento hasta 10 veces superior al utilizado hasta la fecha para producir carne en laboratorio, al tiempo que se generan menos emisiones y se utiliza mucha menos agua que en la producción tradicional.

Por el momento, únicamente Singapur ha aprobado la carne cultivada para su consumo. Sin embargo, debido principalmente a su elevado precio, la carne de laboratorio no ha llegado todavía de manera amplia a los consumidores.

A principios de año, Future Meats anunció que el costo de producir una pechuga de pollo era de unos 7.50 dólares. En junio abrieron un nuevo laboratorio en Rehovot (Israel), donde han ido reduciendo su precio competitivamente con la carne de pollo tradicional.

Además de la pechuga de pollo, Future Meat ha producido hamburguesas, ensaladas de pollo crujiente, filetes, pasteles de carne y brochetas de kebab.

“Hemos demostrado que nuestra tecnología patentada de rejuvenecimiento de medios permite densidades de células superiores a 100 mil millones de células por litro, lo que se traduce en densidades de producción 10 veces superiores a las del estándar industrial”, explica Yaakov Nahmias, fundador de Future Meats.

La compañía explica que con la financiación obtenida tiene la intención de comenzar la producción a gran escala este año, aunque posiblemente comience a mercadearse de manera relativamente amplia en el año 2023.

Veremos si la carne cultivada en laboratorio logra superar el desafío del costo de producción y empieza a llegar a los supermercados, de manera equivalente a como la carne alternativa basada en vegetales (como la de Heura o Beyond Meat) lo ha hecho en estos últimos años. 

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