Actos de violencia en la isla asusta a boricuas en Estados Unidos
Periódico El Sol de PR / Por Agustín Muñoz
Guayanilla, PR (6 de junio de 2024) – La constante cobertura de los medios de comunicación sobre los actos violentos en Puerto Rico y su difusión a nivel internacional aparentemente está influyendo en la opinión de los puertorriqueños que residen fuera de la isla. La percepción de algunos entrevistados sobre el tema de la seguridad en la isla les hace temer regresar al país.
A esa percepción se unen las redes sociales como pieza fundamental en la creencia de que en Puerto Rico la delincuencia es incontrolable y que no hay voluntad gubernamental en los esfuerzos para aminorar la actividad de los criminales. “Yo no me atrevo ir a Puerto Rico. Tengo miedo de ir a la isla (aunque) estoy loco por ir”, fue la reacción de Carlos Iván, quien reside en la ciudad de Lowell, Massachussets, desde hace más de 20 años.
Este boricua de 68 años dijo que continuamente está atento a las situaciones que ocurren en la isla y lo que recibe de los medios de comunicación le “estremece”. Mencionó los videos sobre balaceras y matanzas en calles y otros lugares, particularmente del área metropolitana.
Otro elemento que pone de relieve en su análisis sobre mudarse a la isla es la corrupción gubernamental “tan rampante”. “La corrupción gubernamental es tan rampante que ya se conoce a nivel internacional, pero lo que más me preocupa es la criminalidad. Uno no puede caminar seguro”, destacó, según las informaciones constantes que recibe. Respondió que “no” cuando se le preguntó si se mudaría a la isla.
Desde Colorado Springs, José Pagán sostuvo que también está al día sobre la situación social en Puerto Rico. Resaltó la criminalidad, la corrupción, el desempleo y el supuesto mal funcionamiento del gobierno como asuntos preocupantes. “Por lo que veo y escucho, la isla va de mal en peor, lamentablemente, pero a pesar de eso quiero volver algún día a Puerto Rico porque uno añora regresar a su patria. Cuando el Señor me llame a mí me gustaría estar en mi país, allá con mi gente”, expresó el puertorriqueño nacido en suelo de Ponce.
Sin embargo, señalo que otros puertorriqueños con los que interactúa en la iglesia a la que asiste en Colorado le han manifestado que no quieren retornar al país. Compartió que hace poco tiempo visitó la isla y notó mucha desorientación entre la gente.
Se identificó como conservador al criticar las posturas del gobierno sobre el derecho a la vida y lo que llamó “agendas escondidas a favor del aborto”.
Pagán subrayó la importancia de las próximas elecciones sobre el futuro de la isla. Alentó a los votantes a no caer en la manipulación de las campañas políticas, sino que analicen bien las propuestas de los aspirantes a puestos electivos. Por su parte, Eduardo Colón, un exmilitar que reside en Temple, Texas, dijo que no está al día sobre los acontecimientos en la isla, pero aseguró que si Puerto Rico se convierte en estado muchos de los problemas se resolverían. “Puerto Rico debe ser estado”, opinó.
De igual forma se expresó José Guzmán, también exmilitar. Nacido en Hormigueros, Guzmán contestó que la última vez que viajó a la isla fue hace 15 años y no mostró mucho interés en los asuntos isleños.
También es partidario de la estadidad, Desde Pensilvania, Alberto Santiago recordó la fecha en que salió de la isla en 1978 y los cambios que ha sufrido la sociedad puertorriqueña, desde entonces. Militó en las fuerzas armadas estadounidenses y tras su licenciamiento se ubicó en Harrisburg, aunque ha trabajado en casi la totalidad de los estados.
Narró que recientemente viajó a la isla y observó que la situación en la que viven los boricuas está distante de una buena calidad de vida. Criticó el estado de la infraestructura vial, los problemas con el fluido eléctrico, los atentados a la calidad del ambiente y la corrupción gubernamental.
Se mostró alarmado con las noticias sobre los tiroteos y los asesinatos como consecuencia producto de la supuesta entrada ilegal de armas de fuego. A pesar de lo señalado y al igual que Pagán, Santiago no descarta regresar algún día a Puerto Rico y establecer su residencia aquí. “(Regresaría) para ayudar a hacer un cambio y no estar con los brazos cruzados”, recalcó.