Feligreses salinenses celebran Domingo de Ramos
Periódico El Sol de Puerto Rico
Por: Luis Ernesto Berríos
La eucaristía del Domingo de Ramos tiene dos momentos importantes: la procesión y la bendición de las palmas por el sacerdote. Asimismo, se destaca la lectura de la palabra que evoca la Pasión del Señor.
En las sagradas escrituras, los evangelios de Mateo (capítulo 21) y Marcos (capítulo 11) del Nuevo Testamento, señalan que Jesús de Nazareth entró a Jerusalén montado en un asno. Fue aclamado como Rey y Mesías por parte de sus seguidores, extendiendo mantos, ramos de olivo y de palma a su paso y aclamando ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Hossana en las alturas!
Según la fe cristiana, los ramos de palma constituyen el símbolo de la renovación de la fe en Dios, así como de la vida y resurrección de Jesucristo. La bendición de las palmas se efectúa con anterioridad a la procesión. Es una costumbre por parte de los devotos de la tradición cristiana guardar ramos de palmas bendecidos en sus hogares, los cuales simbolizan la victoria pascual de Jesucristo.