Buscan proveer techo seguro a jóvenes sin hogar en el país a través de conteo que se llevará a cabo en marzo
Inter News Service
San Juan, 22 de febrero de 2022 – Ante la urgencia de identificar a los jóvenes sin hogar y atender sus necesidades, la Red por los Derechos de la Niñez y la Juventud de Puerto Rico se unirá a los esfuerzos del Conteo Nacional de Personas Sin Hogar el 3 y 4 de marzo. Durante este conteo, la Red y su programa Casa Ramón se enfocarán en contar los jóvenes de 18 a 24 años que no cuentan con una vivienda segura, para que puedan tener acceso a una.
Aunque se estima que en Puerto Rico hay cientos de jóvenes sin residencia nocturna fija, regular y adecuada, este censo ayudaría a cuantificarlos y a visibilizarlos.
“Este es un problema que hasta ahora no ha sido prioritario. Una de las dificultades para atenderlo es que muchos jóvenes no se identifican como sin hogar porque no necesariamente están durmiendo en la calle o bajo un puente”, destacó Marcos Santana Andújar, presidente y fundador de la Red.
Añadió que “vemos que algunos viven en sus carros, y otros se quedan en el sofá de amigos o familiares. Pero al final del día, no tienen una residencia fija y segura. Y así quedan vulnerables a situaciones peligrosas, como intercambiar relaciones sexuales por un lugar para dormir”.
Casa Ramón es el primer y único programa especializado para promover vivienda a jóvenes sin hogar en Puerto Rico entre las edades de 18 a 24 años.
“La meta es que los jóvenes salgan con estudios, trabajo y una vivienda segura”, expresó Santana Andújar, quien es trabajador social.
El perfil de estos jóvenes es variado y muy diferente al del resto de la población sin hogar en Puerto Rico: “Pueden ser jóvenes que salen del sistema tutelar del Departamento de la Familia al cumplir 18 años y no han sido preparados para su nueva realidad. Hay estudiantes universitarios que se hospedan y perderán inminentemente su residencia principal. Algunos tienen roces menores con la justicia, problemas de salud mental o son usuarios de drogas sin adicción crónica. Otros están huyendo de violencia familiar, violencia en el noviazgo, agresión sexual, acecho u otras condiciones peligrosas. Y también hay jóvenes que han sido rechazados en sus hogares por su orientación sexual y los echan a la calle”, explicó el presidente de la Red.