Bosque Estatal de Guánica abre sus puertas más temprano

Inter News Service

Guánica, PR / 15 de enero de 2022 – Para aprovechar el clima más fresco de esta época, el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales (DRNA) anunció que las puertas del Bosque Estatal de Guánica abrirán más temprano.

Los visitantes podrán entrar al denominado Bosque Seco de Guánica desde las 7:30 de la mañana, lo que les permitirá al menos una hora adicional de mejores temperaturas para disfrutar de las bellezas y particularidades de esta reserva.

La hora de cierre seguirá siendo las 4:00 de la tarde, al tiempo que se recordó que el Bosque abre de martes a domingo y días feriados.

Esta reserva forestal, creada mediante proclama gubernamental en 1919 y designada reserva natural en 1985, es una de las más impresionantes de Puerto Rico.

En 1981, la Organización de las Naciones Unidas reconoció el valor ecológico del bosque y lo designó Reserva Biosférica Internacional, un reconocimiento previamente dado al Bosque Lluvioso del Yunque (Bosque Nacional del Caribe).

El Bosque Estatal de Guánica tiene la distinción mundial de ser probablemente el bosque seco subtropical (clasificación) mejor preservado y menos alterado por el hombre.

Este ubica en la costa suroeste de Puerto Rico y abarca los pueblos de Guánica, Guayanilla, Yauco, Peñuelas y Ponce (en los municipios de Peñuelas y Ponce se encuentran solamente algunos islotes).

Su extensión es de aproximadamente 11,000 cuerdas, que incluye 8 millas náuticas y 21 kilómetros (13 millas) de costa y se considera un bosque de gran complejidad, riqueza natural e importancia científica.

Según la documentación y estudios del DRNA, sirve de hábitat a una diversidad de organismos y especímenes únicos en esta zona. Entre sus ecosistemas se encuentran playas arenosas y costas rocosas.

También se encuentran especies de fauna y flora endémicas y en peligro de extinción, praderas de hierbas marinas, bosques de mangles, arrecifes de coral, cavernas, islotes de mangle, lagunas, salinas y salitrales.

En el bosque también se crean charcas intermitentes de agua dulce que sirven de área de reproducción del sapo concho, una especie en peligro de extinción.

En algunas áreas del bosque los efectos del viento, el salitre y la escasez de agua resultan en condiciones que limitan el crecimiento de la vegetación.

La vegetación dominante propicia un bosque pequeño y denso de árboles y arbustos que generalmente no exceden los 16.4′ de altura, aunque algunos de estos árboles pueden alcanzar entre 32.8′ y 49.2′.

Se han identificado en este bosque unas 550 especies de plantas, de las que 180 son árboles nativos e introducidos y 45 especies vulnerables o en peligro de extinción, protegidas por el Reglamento 6766 del DRNA, que rige las especies vulnerables y en peligro de extinción. Entre estas, destacan el cactus de cuatro lados; el palo de rosa; bariaco; y el árbol de violeta.

La vegetación de este bosque se compone en su mayoría de manglares, como mangle botón; suculentas o cactus, en los que se incluyen el sebucán, el melocactus y el tuna; bosque espinoso, dominado por el tachuelo y el tintillo; bosque deciduo, que constituye el 61 por ciento del bosque, con árboles como el almácigo, el úcar y la serrasuela, que es endémica y el bosque siempreverde, con plantas como el guayacán y la tea.

Es igualmente de gran importancia para la vida silvestre tanto marina como terrestre. Las agencias federales y estatales han identificado 15 especies raras vulnerables o en peligro de extinción. De las especies de fauna protegidas se ha observado el sapo concho; bien-te-veo; guabairo; el juey morao y el camarón trogoblita de Mona.

Se ha contabilizado 166 especies de aves, 14 de ellas endémicas y tres están en peligro de extinción mientras ocho se consideran amenazadas. Entre las especies de aves endémicas se observan el carpintero, el pájaro bobo mayor, el zumbadorcito, el San Pedrito y el capitán o comeñame.

Se ha registrado una herpetofauna muy valiosa, que incluye 21 especies de reptiles. Entre estos se encuentran ocho especies de lagartijos nativos, incluido el lagartijo de bosque seco, que es endémico. También existen en el bosque seis especies de anfibios y se han identificado 13 especies de cangrejos terrestres.

Los insectos son una comunidad importante y ejercen funciones variadas en la dinámica del bosque, desde descomponedores hasta polinizadores. Constituyen un elemento vital en la cadena alimentaria de las especies presentes en el bosque. Entre los insectos se encuentran saltamontes, arañas, hormigas, escarabajos y escorpiones.

Existe una lista preliminar de organismos marinos con más de 1,200 especies, que incluye: peces como capitán, mero y cojinúa; esponjas; algas pardas, verdes, coloradas, amarillas; corales, como coral de fuego, coral de abanico, coral de dedo, coral de estrella, coral cerebro; y crustáceos, como la langosta común y el carrucho alado.

Los suelos del bosque varían, desde arenoso hasta calcáreo: suelo compuesto por roca caliza en la superficie y granulación fina; suelo de cal fina y blanda con pequeñas áreas de arena y arcilla; abundan los arbustos espinosos y el bosque deciduo; y suelo de arena y arcilla con una profundidad de 6″ (15.24cm) o más, cuya vegetación es siempre verde.

La precipitación pluvial promedio anual es de 30 pulgadas (762mm). Mientras, las temperaturas oscilan entre 80°F (26.6 ̊ C) y 100°F (37.7 ̊C), lo que lo convierte en un lugar caluroso. Se recomienda a los visitantes que se mantengan bien hidratados en todo momento, no arrojen basura.