Irizarry Pabón promete rescatar centro de autismo
Periodico El Sol De Puerto Rico
El Centro Ponceño de Autismo (CEPA), una entidad fundada para prestar servicios a la
población con la condición de autismo en Ponce y la región sur, aparentemente fue
relegada por la administración municipal, denunció el doctor Luis M. Irizarry Pabón,
candidato a alcalde por el PPD.
Cuando se estableció CEPA en 2008, bajo el gobierno del alcalde Francisco Zayas
Seijo, el modelo de servicios incluyó el diagnóstico, intervención y servicios de apoyo a los niños y sus familias, además de la formación y el desarrollo de profesionales en ese campo e investigación. Además, entre los planes originales estuvo una clínica, un
centro comunitario, pabellones escolares, residencias de transición y una granja de animales.
Sin embargo, para Irizarry Pabón la administración de la alcaldesa María E. Meléndez
Altieri mantiene a CEPA funcionando “a muy poca capacidad”. “No es lo que esperamos, hay mucha gente en espera. (CEPA) es una organización que debe tener
más actividad, más promoción y más recursos”, señaló. Agregó que durante la incumbencia de Meléndez Altieri la entidad ha debido operar mediante “los pocos fondos que consigue y el gobierno no los está apoyando como debería ser”.
Sin embargo, la doctora Laura Delis Bauzá, Directora Ejecutiva del centro, explicó que
el municipio de Ponce paga por los servicios de renta de su sede, agua y electricidad,
cuyo monto anual supera los $73 mil.
Para su funcionamiento inicial, CEPA contó con una asignación de casi $2 millones de
la Cámara de Representantes y fondos federales gestionados por el entonces
Comisionado Residente, Luis Fortuño. Una donación de terrenos de la familia del
fenecido industrial Salvador “Chiry” Vassallo para ubicar el centro en el área de
Sabanetas en Ponce no prosperó debido a dificultades para su segregación, se supo.
La doctora explicó con la donación de Vassallo se pretendía darle curso al proyecto
original, más abarcador que al presente. En la actualidad, el centro tiene una población
activa de 127 pacientes que recibe tratamiento, evaluaciones diagnósticas, sicológicas o terapias del habla y ocupacional, además trabajo social. La funcionaria indicó que los fondos federales que se reciben son a través de un contrato de colaboración del municipio y el Departamento de Salud. Ese dinero, que no especificó, es utilizado para pagar los salarios de algunos de los recursos clínicos que laboran en el lugar. “Pero, no tenemos en estos momentos fondos federales directos”, afirmó la doctora Delis.
El doctor Irizarry Pabón, cuyo hijo menor es autista, destacó que tiene la intención de
ofrecerle mayor respaldo municipal al centro y facilitarle alternativas de desarrollo. De
paso, no descartó privatizar algunos de sus servicios.
“No solamente es darle terapia ocupacional, es darle tratamiento médico y tratamiento en terapias para mejorar el sistema cerebral con las diferentes alternativas que hay”, prometió el candidato popular.
Entre los planes de Irizarry Pabón para CEPA figura estimular el ofrecimiento de
destrezas educativas y laborales para que se conviertan en personas productivas e
independientes dada su inteligencia. Irizarry Pabón confirmó que no existe una data actualizada sobre la población autista en Puerto Rico y cree que CEPA puede ayudar a recopilar esa información.
La más reciente información de los Centros para el Control de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos recoge que 1 de cada 54 niños padece la condición de autismo, según la data de 2016 de la Red de Vigilancia del Autismo y las Discapacidades del
Desarrollo (ADDM) de esa organización. Ese estimado supera la estadística anterior, la cual se basó en datos del 2014 y halló una prevalencia de 1 de cada 59 entre los niños de 8 años.
La información de los CDC del 2016 también muestra que se está evaluando a más
niños y se está identificando el autismo a edades más tempranas.