La pandemia descolora la industria de pinturas y selladores

Por Agustín Muñoz/El Sol de Puerto Rico

A la par con el avance de la pandemia provocada por el coronavirus, en Puerto Rico los sectores motores de la economía se socavaron marcadamente al punto que entre marzo y abril de este año la actividad industrial se redujo o se detuvo por completo.

En ese mismo período, la fuerza trabajadora se vio disminuida en unos 96,100 empleos o el equivalente a 10.4%, según datos de la Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos (BLS). Solo en el mes de abril, el empleo en la isla se desplomó en un 10.9% en comparación con marzo cuyo registro de activos fue de 884,900 empleos. En abril bajó a 788,000 personas, dice el informe del BLS.

Uno de los sectores industriales que resultó más vulnerable al acoso de la pandemia fue el de manufactura de pintura y selladores cuyas ventas cayeron estrepitosamente, según datos de ese renglón económico.

Un ejemplo de la caída del mencionado sector industrial durante el período fue la empresa Master Paints and Chemical, localizada en Guayanilla.  “Nos tuvimos que reinventar”, dijo Alan Dávila, gerente de ventas de esa compañía en el sur de la isla. Explicó que el cierre por el COVID-19 les obligó a ampliar la oferta de productos y tuvieron que insertarse en la producción de desinfectante de manos (hand sanitizer) a través de su línea de productos de limpieza industrial y del hogar, Forto.

Aludió a que el cierre de las ferreterías y la paralización de la industria de construcción resultó en un duro golpe para esa empresa la cual tuvo que prescindir de gran parte de su plantilla, que junto a otras cuatro subsidiarias de la empresa Master emplean a unas 450 personas. Dávila aclaró que ya el 90 por ciento de sus trabajadores están activos nuevamente.

Master es una empresa netamente puertorriqueña dedicada a la manufactura de productos de construcción que va desde la fábrica en Guayanilla, dedicada a la producción de pinturas, selladores y la línea de limpiadores Forto y la planta en Toa Baja dedicada a la producción de productos cementicios. Además, tiene presencia en Colombia y Panamá. 

Dávila resaltó que, en comparación con las ventas a marzo del 2019, cuando cierra su año fiscal de negocios, en ese mismo período de este 2020 el volumen de negocios reflejó una disminución de -64 por ciento. “Esto nos vino a complicar lo que de por sí fue un año de muchos retos por la recesión económica que vive el país y por consiguiente un estancamiento en la construcción que nos afecta directamente”, expresó el ejecutivo.

Recordó que luego del huracán María “tuvimos un año bueno, pero eso se acabó”.

Empero, subrayó que “nos hemos mantenido batallando contra las distintas variables económicas puertorriqueñas y con Dios por delante seguimos buscando nuevas oportunidades”.  

970x90
Facebook
Twitter
LinkedIn
Pinterest

Dejar un comentario