Familias Puertorriqueñas en Orlando Celebran Acto de Recordación de Tres Hermanas
Por Luis Ernesto Berríos
Para El Sol de Puerto Rico
Las familias Rivera García, Cintrón García y García Correa, celebraron la vida de sus tres matriarcas Carmen Ana, Blanca Rosa y Lolyn Correa, en una emotiva actividad de recordación el pasado viernes 30 de agosto en uno de los salones continuos de la iglesia católica Blessed Trinity de Orlando, Florida.
Para El Sol de Puerto Rico
Las familias Rivera García, Cintrón García y García Correa, celebraron la vida de sus tres matriarcas Carmen Ana, Blanca Rosa y Lolyn Correa, en una emotiva actividad de recordación el pasado viernes 30 de agosto en uno de los salones continuos de la iglesia católica Blessed Trinity de Orlando, Florida.
Los actos comenzaron con una misa oficiada por el Padre Guillermo, por el eterno descanso del alma de las tres feligreses. La lectura de la palabra estuvo a cargo de Aixa Rivera, nieta de Carmen Ana y, su hijo, Alexander Fuentes, Margarita Benitez y, su hijo, Christopher Rivera, portaron el Pan y el Vino.
Evelyn Rivera, hermana menor de las desaparecidas puertorriqueñas, resaltó las cualidades humanas de sus hermanas. Paquita la mayor de todas no pudo estar presente por condiciones de salud.
Una vez finalizó el acto religioso los miembros de las tres familias celebraron un acto de confraternización, donde fueron exaltadas las ejecutorias de las occisas.
”Hoy es un día muy especial estamos celebrando la vida de tres extraordinarias mujeres puertorriqueñas: Carmen Ana García, Blanca Rosa García, y Lolyn Correa. Ellas se nos adelantaron en el viaje a la eternidad y hoy habitan en la casa de nuestro Padre Celestial”. ”Digo que celebramos su vida porque la muerte no existe, solo la desaparición física del ser humano en el plano terrenal. Su espíritu y amor nos acompañará y se hará presente en nuestros corazones, cada vez que las recordemos”, manifestó Luis Ernesto Berríos, amigo de la familia, maestro de ceremonia del evento.
Berríos destacó que, ”fueron tres hermanas tan unidas y solidarias que a la hora de la muerte se fueron juntas en un mismo mes (pasado julio). Ellas tenían personalidad propia, vivieron para cuidar y velar por el bienestar de sus respectivas familias. Fueron madres abnegadas y sacrificadas por sus hijos, con un inmenso corazón para dar amor y estar al servicio de los demás seres humanos. Su calidad humana y gesta social las convierte en mujeres irrepetibles”.
A Carmen Ana le sobreviven sus dos hijos Edwin y Rafael Rivera; a Blanca Rosa, tres hijas, Sheilley Feliciano, Idamis Muskus y Mildred Goss; y a Loyn, tres hijos varones, Felito, Eduardo y Jorge Luis.