Por Alison K. Rodríguez Feliciano / Periódico El Sol de PR
Por más de cuatro décadas y con alrededor de 1,000 representaciones, el actor puertorriqueño Teófilo Torres ha logrado desbordar múltiples emociones en el público que presencia A mis amigos de la locura, un monólogo basado en el texto de Ernesto Ruiz Ortiz del 1978.
A pesar de ser una comedia en la que la gente no para de reír, es común experimentar sentimientos relacionados al miedo, la angustia, el coraje y hasta la frustración al ser empáticos con las circunstancias y vida de Carlos Umpierre, personaje que encarna Teófilo y que afronta trastornos mentales.
‘‘El monólogo está enfocado en la situación del uso y abuso de las drogas, pero no desde el punto de vista de la calle, que es como se observa en el monólogo Papo Impala está quitao, en el que el personaje está utilizando droga ilegal en la calle. En este caso, el consumo de drogas por parte de este paciente psiquiátrico es rectado’’, explicó el también Profesor de actuación en la UPR.
Y es que el personaje de Carlos Umpierre, indicó Teoflio, choca con una realidad muy cercana a nuestra sociedad; su supuesta locura es tratada a través del uso desmedido de fármacos y además de un médico que a la larga se encuentra emocionalmente más corrompido que su paciente.
‘‘Hay una crítica al consumo desmedido y al uso indiscriminado de las sustancias de la medicina de las drogas. También, a la utilización de las enfermedades y de las distintas quejas del ser humano, aprovechadas para enriquecerse, como hacen las farmacéuticas y como hacen diferentes compañías que no les interesa curar a la humanidad sino (por el contrario) mantenerla enferma para beneficiarse’’, argumentó.
Añadió además que en la pieza artística se exponen los temas del consumerismo, la indiferencia, la incomunicación y el aprovechamiento político que conectado a las multinacionales aboga más por los intereses de las compañías privadas que del pueblo.
La obra que ha sido llevada a los países de Republica Dominicana, Cuba, Perú, Venezuela, Rusia y próximamente a México, ha creado controversias que le han valido enfrentamientos físicos al actor. En una entrevista con este medio, el actor recordó que en República Dominicana fue golpeado por un deambulante mentalmente desajustado a solo 30 minutos previos a su presentación. Esto sucedió mientras Teófilo realizaba un cotidiano calentamiento que consiste en media hora antes de la obra, salir a las afueras del teatro y comenzar de forma provocativa a ‘‘entrar en personaje, es decir a actuar como un desajustado’’, narró.
No obstante, calificó como exitoso el recibimiento del público latinoamericano que disfruta del monólogo y sobre todo del léxico puertorriqueño que caracteriza al personaje. ‘‘(La acogida del público) ha sido excelente siempre, ha sido espectacular. Las visitas que he hecho a otros países hasta ahora me demuestran que el monólogo realmente trasciende nuestra propia realidad y se puede ver como algo universal. Es algo que les pasa a todos los seres humanos, aunque lo circunscribamos a Puerto Rico. La humanidad realmente está bregando con unos problemas similares en términos políticos, sociales, religiosos y existenciales’’, puntualizó.
A mis amigos de la locura, se presentará el próximo sábado 13 de julio en la librería El Cándil en Ponce. Se solicita un donativo de $12 por persona. Los interesados en comprar los boletos pueden hacerlo llamando al 787-400-6693.
