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Partido religioso: una historia repetida en Puerto Rico

Partido religioso: una historia repetida en Puerto Rico

Por Agustin Muñoz / Periódico El Sol de PR

La molestia del sector religioso del país contra decisiones de la administración de gobierno tuvo precedentes en la política pública puertorriqueña en la década de 1930 y posteriormente en la década de 1960.

Lo más recordado fue el intento de la Iglesia Católica de Puerto Rico que inscribió el Partido Acción Cristiana (PAC) para competir en el proceso electoral de 1960 tras el debate suscitado sobre las relaciones entre la Iglesia y el Estado cuando dominaba el Partido Popular Democrático (PPD) de Luis Muñoz Marín.

En aquel entonces, el PPD debió enfrentar la oposición católica que cuestionó los intentos supuestamente inmorales de controlar la natalidad mediante la esterilización y métodos anticonceptivos, así como la negativa gubernamental de incluir la instrucción religiosa y moral en el currículo del entonces Departamento de Instrucción Pública (DIP).

Al igual que la manifestación convocada por el liderato religioso el pasado 6 de abril frente al Capitolio, también en 1960 bajo el liderato de varios obispos católicos se realizó una demostración similar bajo el argumento que las iniciativas del PPD no respondían al sentir del puertorriqueño de la época. Esa controversia dio pie a la fundación del PAC, cuya estructura electoral juntó a sectores provenientes del hoy desaparecido Partido Estadista Republicano (PER) y del Partido Independentista Puertorriqueño (PIP), según estudiosos.

Como ocurre en la actualidad con el gobernador Ricardo Rosselló, respaldado en 2016 con el voto de organizaciones religiosas protestantes y ahora en su contra por presuntamente fallarles en sus compromisos, en 1960 la jerarquía católica promovió un voto contra el PPD y Muñoz Marín.

Archivo histórico: Fragmento de anuncio de la inscripción del Partido Acción Cristiana (1960)

En PAC no logró su objetivo de socavar al PPD y a Muñoz Marín y luego de los comicios del 1964, desapareció.

Al presente existe disgusto entre líderes de iglesias protestantes y concilios evangélicos contra el gobernador Rosselló al que le imputan que incumplió con los acuerdos convenidos durante el proceso electoral del 2016. Lo que agudizó sus diferencias fue el veto del gobernante a los proyectos sobre la práctica del aborto en la isla y las llamadas terapias de conversión. Ese encono ha llevado a un sector de ese grupo religioso a dar los pasos para la formación de un partido político que responda a los valores que proclaman.

Para el sociólogo ponceño Gary Gutiérrez, las formaciones políticas provenientes de los sectores religiosos nunca han funcionado. Opinó que el voto cristiano en la isla es muy difícil de identificar y tampoco tiene fuerza a nivel de toda la isla, salvo en pocas regiones. Incluso, duda que algunos dirigentes religiosos, particularmente los promotores de teología de la prosperidad insten a su feligresía a insertarse en la corriente de fundar una colectividad política. Expuso como razón que esa porción del fundamentalismo pentecostal recibe dinero a través de las Oficinas de Bases de Fe desde la Fortaleza “para que hagan proselitismo” a favor del gobierno.

“Me parece que es una forma de hacer ruido y no creo que puedan llegar muy lejos”, consideró Gutiérrez.

El profesor José Víctor Madera invocó la separación de Iglesia y Estado para cuestionar la intención de una organización electoral basada en valores estrictamente religiosos. Cuestionó la aparente ambigüedad de algunos religiosos de invocar la separación de Iglesia y Estado “y en otras quieren ser juez y parte”.

El catedrático recordó que en la historia de Oriente y Occidente los partidos religiosos están destinados al fracaso. “Al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios. Eso es un precepto básico del propio cristianismo”, citó Madera.

Dijo que un partido político religioso agravará los problemas del país porque polarizaría la discusión entre lo que es y no es religioso. “Si el pueblo se orienta sobre lo que es un partido religioso no avanzamos y nos quedamos en la Edad Media”, expresó.

Por su parte, el licenciado Nelson Rosario negó que tenga nexos con los supuestos organizadores del movimiento protestante. Dijo que lidera el Partido Acción Civil (PAC) al que describió como un ente “cristianista”, pero sin vínculos con pastores o religiosos protestantes. Compartió que está al tanto de las gestiones que realizan algunos sectores para inscribir una organización política.

“Sé que hay unas reuniones y unos movimientos, pero no estoy ajutorizado a revelar eso”, contestó Rosario.

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