Actualidades del Dengue
Por: Miriam Figueroa, RN MPH
Epidemióloga
La Enfermedad de la Fiebre del Dengue continúa siendo la segunda enfermedad viral más importante en los seres humanos transmitida por artrópodos a partir del año 2000. La Organización Mundial de la Salud (OMS) sostiene que la magnitud del problema del Dengue ha aumentado considerablemente y se ha extendido geográficamente a muchas áreas que no habían sido afectadas anteriormente. El dengue emergió como un problema global tan solo desde la década de 1950. En 1915 el dengue fue descrito por primera vez en Puerto Rico y en el año 1963 fue la primera epidemia. Para repasar un poco de la Historia de la Enfermedad tenemos que en el 1969 se estableció un programa de vigilancia de dengue en la Isla. La primera muerte confirmada por dengue se produjo en 1986. Desde entonces han ocurrido varias epidemias como las de 1994-1995, 1997 y 2007, las cuales reportaron 24,700, 17,000 y 10,508 casos, respectivamente. La epidemia que tuvo Puerto Rico en 2010 ha sido una de las más impactantes con 22,000 casos reportados y 33 muertes. Actualmente, no existe una vacuna contra esta enfermedad, la misma se encuentra en etapa de investigación en diversos países.
La Fiebre del Dengue se describe como una enfermedad de origen viral, conocida también como “fiebre de los 7 días” o “fiebre rompe huesos”, es transmitida por la picadura del mosquito Aedes aegypti y el Aedes albopictus. Para ser transmitido el virus del Dengue el mosquito debe picar a una persona enferma con uno de los cuatro tipos de virus que tiene el Dengue y luego picar a otra persona sana. El mosquito en sí mismo no nace enfermo, sino que se infecta con una persona que ya está enferma. El virus del Dengue no puede ser transmitido persona a persona sino a través del mosquito infectado. Tiene un comienzo brusco, con temperaturas (fiebre alta) de entre 39.5ᵒC a 41.5 grados centígrados, durante dos a siete días, y luego baja a un nivel normal.
El origen de la palabra dengue se atribuye a una adaptación de la palabra dinga en swahili que pasό de Africa al Caribe durante una epidemia en el 1827. La descripciόn más temprana de una enfermedad parecida al Dengue aparece en una enciclopedia china del año 992.
En el 2009, la OMS recomendó una nueva clasificación de la enfermedad debido a las dificultades observadas con la clasificación anterior del 1997. Estableciendo las clasificaciones del Dengue con o sin señales de alerta y Dengue Severo. Cuando hablamos de Dengue Severo, las manifestaciones pueden ser Dengue hemorrágico, Choque por Dengue condiciones que pueden llevar a la muerte. Las señales de peligro del dengue, luego que pasa la fiebre del Dengue son cuando aparece el cuadro clínico con dolor abdominal intenso y constante, vómitos persistentes, irritabilidad o confusión, acumulación de fluido en el abdomen, cara y en extremidades por lo que lucen hinchadas, sangrado en las mucosas y hepatomegalia. También podemos encontrar que el paciente orina poco o nada y en sus resultados de Laboratorio para contaje completo de células sanguíneas, las Plaquetas están bajas y el Hematocrito tiene contaje alto. A estas señales de peligro, se le dice la “traición del dengue” ya que es la etapa crítica de la enfermedad después de una aparente mejoría de la fiebre.
En los últimos años se ha observado en América un aumento de la circulación del virus de Dengue, así como también de la incidencia de casos de Fiebre Hemorrágica. Esto se atribuye a varios factores:
- El Dengue es una enfermedad fundamentalmente urbana, donde el combatir del vector (principal medida de control) depende de la mano de obra y existen dificultades operacionales en las ciudades cuando se intenta un plan de control sistemático.
- El proceso creciente de urbanización, con aumento de la densidad poblacional en las grandes ciudades, genera mayor posibilidad de transmisión del virus.
- La producción cada vez mayor de recipientes desechables provee abundantes criaderos potenciales para el desarrollo del ciclo del mosquito
- La reinfestación de la mayor parte de América tropical por Aedes aegypti, su resistencia a los insecticidas y la ausencia de una vacuna eficaz para el ser humano completan el cuadro desfavorable para el control de la enfermedad.
Todavía no hay vacunas para prevenir la infección por el virus del dengue y las medidas de protección más eficaces contra esta enfermedad son las que evitan las picaduras de mosquitos. Cuando ocurre la infección, la identificación temprana y el tratamiento de asistencia oportuno pueden disminuir de manera significativa el riesgo de complicaciones médicas y de muerte.