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El Sol de Puerto Rico en evento de la diáspora en Texas

El Sol de Puerto Rico en evento de la diáspora en Texas

Asistentes subrayan la puertorriqueñidad de los ausentes

Por: Agustin Muñoz / Periódico El Sol de Puerto Rico

“Cuando la solidaridad es norte para los puertorriqueños podemos escalar lo más alto, no importa las situaciones que vivamos como pueblo. Hemos demostrado que cuando se quiere, se puede”, exclamó Susan Báez mientras encomiaba con entusiasmo el encuentro de miles de nacidos en Puerto Rico, pero concentrados en el estado de Texas.

Fue durante la 2do. Festival de la Puertorriqueñidad celebrado el pasado sábado, 20 de octubre, en la ciudad de Harker Heights, en el centro de Texas, que reunió a varios miles de boricuas de allí y procedentes de distintas partes de Estados Unidos. La señora Báez viajó desde Dallas.

Los organizadores del evento cultural expresaron su gratitud a El Sol de Puerto Rico por su presencia en la actividad y su respaldo al evento desde la isla.

Banderas de Puerto Rico, llamativa artesanía boricua, los manjares de la comida puertorriqueña, atracciones para niños, un torneo de dominó, una exhibición de autos, así como espectáculos artísticos y folklóricos se desplegaron por el área del evento cultural. Además, hubo sorteos de regalos por parte de los auspiciadores.

Trascendió que, dado el éxito del festival y la masiva concurrencia, la autoridad municipal de Harker Heights mostró interés en involucrarse y aportar de sus recursos gubernamentales para la celebración del próximo año.

“Se botaron”, fue el escueto comentario de Rodney Collazo para describir la organización y el orden demostrado por la concentración de boricuas.

Jeff Russ, cuya madre es hispana y quien viajó desde Houston donde administra una panadería, llevó pan criollo horneado para el gusto del puertorriqueño. “El pan que traje no es del congelado que se pone duro rápido. Este pan lo horneamos para que lo saboreen todos, pero especialmente los que somos de la isla. Este puede durar hasta seis días”, dijo Russ en cuyo exhibidor también tenía mayorcas y otras golosinas.

La joven expositora Arlene Pastrana viajó desde California y desde allá llevó una gran variedad de sugestiva artesanía religiosa con adornos autóctonos de la isla. “Tengo familia en Killeen (Texas) y supe de la actividad y hasta aquí llegamos”, expresó Pastrana con emoción mientras mostraba sus bellezas a este medio.

La apertura de los espectáculos folklóricos fue encomendada a la niña Kamila Morales Figueroa, conocida como “El Diamante de la Poesía”, quien hizo un despliegue de talento al declamar “De ahí soy yo”, “La Brecha” y “El Valle de Collores”. La primera fue escrita por su progenitora, Laura Figueroa.

“Cuando llegué a este país me trajeron porque mi mamá quería que aprendiéramos inglés. En la escuela me dijeron que declamara, pero yo no quería y lloré mucho, pero después me dije lo voy a hacer por Puerto Rico, me sequé las lágrimas y lo hice”, compartió la niña cuyos padres y abuelos son del barrio Cayabo de Juana Díaz. Hace par de años de esa experiencia y desde entonces ha sido reclamada para diversas actividades en la región donde reside en Killen.

Por su parte y desde Austin, participó el Centro Cultural de Puerto Rico con su “Puerto Rican Folkloric Dancers” quienes interpretaron los ritmos de bomba, plena, juegos infantiles y un baile taino. Según dijeron, la entidad cultural fue fundada hace 21 años.

Uno de los momentos de mayor algarabía ocurrió en medio de la presentación del solista José Antonio y sus interpretaciones de las canciones del fenecido cantor Tony Croatto. El público se arremolinó alrededor de la tarima y, algunos con pleneras en mano, improvisaron una trulla navideña al modo boricua.

No faltó el género de la salsa a cargo de la orquesta Rico Mambo y el Grupo Charari.  El festival finalizó con la participación del grupo Jibaro Jam y sus ritmos típicos.

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