Una clase graduada más allá del chinchorreo
Por Agustín Muñoz / El Sol de PR
Comenzó el conteo regresivo hacia el cincuentenario, pero no todo ha sido chinchorreo, sino que llevan un tiempo participando en eventos caritativos y culturales que les ha enriquecido como seres humanos ya en etapa de retiro, en su mayoría.
Recién celebraron con pasadía en la costa de Santa Isabel sus 49 años de graduación de la escuela superior Luis Llorens Torres de Juana Díaz. Gracias a la iniciativa de una graduada de la clase de 1969, fueron convocados hace 9 años y sus encuentros se resumen en una vez cada mes, desde entonces. “Esto es hasta que la muerte nos separe”, dijo Fernando Rivera, quien junto a su esposa Alicia Muñiz, preside el grupo de graduados.
Tras su graduación en 1969, estos “baby boomers” juanadinos se han desempeñado en diferentes facetas de la vida cotidiana, unos en la isla y otros en el exterior. “Ya muchos de nuestros compañeros han pasado a mejor vida y los recordamos con mucho cariño”, dijo Muñiz con cierta nostalgia. De hecho, Rivera indicó que la celebración de los 50 años de graduación será dedicada póstumamente a Marta Cruz, quien falleció recientemente y quien era una persona muy activa en el grupo.
Desde aquel primer encuentro en 2009, los graduados de la Llorens Torres de Juana Díaz estuvieron claros en que, además de reunirse para socializar y ver el asomo de “la nieve de los años” en sus cabellos, había que participar en actividades benéficas y culturales en su pueblo.
Desde hace varios años están activos en el ‘Ministerio Sirviendo al Deambulante’, a raíz de la convocatoria que se les hizo para llevar alimentos a personas desamparadas de Juana Díaz y Ponce. Ellos, a su vez, han invitado a otros grupos y personas que se han unido a esta actividad de corte humanitario.
En esa misma línea, Rivera y Muñiz recordaron que también se han insertado en eventos como “Da Vida”, encabezado por el comediante Raymond Arrieta. Su apoyo a esa causa estuvo motivado por aquellos ex condiscípulos que padecen cáncer y los compañeros que murieron como consecuencia de esa enfermedad.
Beca
En 2014, de cara al cincuentenario y en reciprocidad por los conocimientos recibidos en la escuela Llorens Torres, estos “igualitos” aprobaron premiar con una beca de $1,000 a un graduando de Educación Especial que reuniera ciertos requisitos, entre ellos promedio académico. El propósito del donativo era que el estudiante recipiente se ayudara con los gastos universitarios
El fondo para la beca se nutrió de diversas actividades y de aportaciones monetarias de algunos de los miembros de la clase, dijo Ángel León Martínez, quien lideró el comité de selección de los participantes. Recordó que el año siguiente entregó otra beca de $1,000 y durante la celebración de los 50 años de fundación de la escuela se otorgaron otras dos por $1,000 y $500 cada una.
“Fue una experiencia maravillosa. En mis 38 años y medio en las escuelas no había experimentado algo tan maravilloso. En las graduaciones los estudiantes de Educación Especial pasaban desapercibidos”, dijo Milagros “Malen” Santiago, exdirectora escolar e integrante del comité seleccionador. Martínez y Santiago no descartan la entrega de otras becas luego de una pausa este año.
Rivera explicó que su grupo actualmente lidera en cantidad la matrícula de la organización ‘Fundación juanadina para educación y la cultura’, entidad que convoca y organiza el desfile anual de todas las clases graduadas de Juana Díaz.
Durante la organización de los festejos conmemorativos del cincuentenario de la escuela Llorens Torres, la clase que lideran Rivera y Muñiz tuvo un papel sobresaliente antes y durante el evento. Junto otros grupos similares donaron tiempo y esfuerzo en el embellecimiento del plantel escolar.