Celebran vida y legado de Primera Dama de Guánica

Por Agustín Muñoz/El Sol de Puerto Rico

 A veces, muchas de nuestras mejores intenciones quedan en el tintero como consecuencia de sucesos fuera de nuestro control como sería, por ejemplo, la muerte. Sin embargo, la huella que se deja con el testimonio de vida motiva a los cercanos a dar seguimiento, a proseguir con la tarea que se quedó sin realizar.

El liderazgo es servicio a todos, sin miramientos y debe dejar huellas. Y en Guánica tuvo una embajadora: Janice Montalvo, quien fue la Primera Dama de este municipio. En sus gestiones como primera dama, Montalvo estuvo comprometida con la niñez, la juventud, así como con la salud de la mujer. Su identificación con la gente menuda le llevó a organizar la celebración del Día de Reyes en Guánica. Sin embargo, este año no pudo llegar físicamente pues el pasado 5 de enero, la víspera del Dia de Reyes, fue llamada a recibir el mejor regalo del mundo: la vida eterna.

El cáncer minó sus fuerzas, no así su empeño y agradecimiento por la vida. Pareció recordar la famosa composición de la chilena Violeta Parra cuando escribió “Gracias a la Vida”.

“Gracias a la vida que me ha dado tanto
Me ha dado la marcha de mis pies cansados
Con ellos anduve ciudades y charcos
Playas y desiertos, montañas y llanos
Y la casa tuya, tu calle y tu patio

Gracias a la vida que me ha dado tanto
Me dio el corazón que agita su marco
Cuando miro el fruto del cerebro humano
Cuando miro al bueno tan lejos del malo
Cuando miro al fondo de tus ojos claros

Gracias a la vida que me ha dado tanto
Me ha dado la risa y me ha dado el llanto
Así yo distingo dicha de quebranto
Los dos materiales que forman mi canto
Y el canto de ustedes que es mi mismo canto
Y el canto de todos que es mi propio canto
Gracias a la vida que me ha dado tanto.”

El festejo infantil programado para el 6 de enero se postergó para el 13. Decenas niños y niñas acudieron al encuentro donde el alcalde, Santos Seda ‘Papichy’, junto a sus hijas e invitados especiales, les entregaron regalos y dulces.

Allí estuvo la doctora Anna Di Marco, oncóloga de Montalvo y fundadora y directora del Centro de Cáncer de la Mujer que ofrece servicios a pacientes en Ponce y el área sur de la isla. Al recibir una proclama en reconocimiento a su labor profesional y en agradecimiento a su labor filantrópica que benefició a niños guaniqueños, Di Marco se comprometió a continuar colaborando con el legado de Montalvo, quien fue su paciente en su tratamiento contra el cáncer de mama.

“Ha sido muy difícil para mí, pero sabemos que está con el Señor. Sé que el legado de ella seguirá. Y continuará a través de mí también. Hace unas semanas, me encontré con Janice y me dijo que quería hacer una actividad de Reyes para los niños. Su enfermedad se complicó y aunque no se pudo realizar como ella quería, me comuniqué con el alcalde y le dije que estaba haciendo la colecta de juguetes y que me gustaría, a nombre de ella, traerlos a los niños, como ella quería. Este es el legado y deseo de ella, que se hace realidad a través de nosotros”, dijo Di Marco durante el evento.  Reiteró “que esto se va a hacer todos los años. El Centro de Cáncer de la Mujer se compromete con el pueblo de Guánica a continuar con ese legado”.

Sobre la enfermedad de Montalvo, la subespecialista señaló que “la ciencia llega hasta un punto y aunque tengas los medicamentos más sofisticados, el Señor, que es quien nos guía, manda aquí”.

Otro que se unió a la actividad fue el galerista y promotor de arte Walter Otero, quien se describió como amigo del Centro de Cáncer de la Mujer, de Ponce, y que dijo que le gusta colaborar, “devolverle un poco al pueblo de lo que me ha dado”.

Otero, quien se identifica como co-sobreviviente de cáncer, ya que fue cuidador de su madre y la ayudó a superar la enfermedad, dijo que en Guánica encontró gente que le habló “de hacer, de crear sueños y de crear esperanza… con este tipo de actividad fomentamos y enseñamos a otros que no podemos perder la fe en otros seres humanos. Mucho menos, en nuestros niños”.

Durante la actividad, además de los juguetes y dulces, se distribuyó arroz y otros alimentos, así como agua.